Respiración para recuperar la seguridad interna

respiración diafragmática

Se trata de experimentar con el continuo de conexión que va desde la conciencia de nuestro estado interno a la de un sentimiento de unión con los demás.

Al inhalar, imagina la energía simpática que te invita a acceder a tu experiencia individual.

Nota cómo la respiración llena tu cuerpo.

Siente la movilización de tus pulmones al llenarse e imagina cómo el diafragma pasa de tener forma de cúpula a ser plano.

Date cuenta de la delicadeza de la inspiración que te lleva a un momento de “soledad segura”. Percibe la diferencia entre sentir la calma y el silencio de ese momento de aislamiento gustoso, con el malestar de la soledad no deseada.

Identifica el lugar en que tu neurocepción pasa de la seguridad al peligro.

Quédate ahí, descansa en los límites de esa seguridad.

 

En la exhalación, el sistema vagal ventral aumenta su influencia.

Percibe, ahí, ese momento que te saca del yo y te abre al nosotros, la unión segura con los demás.

Puedes imaginar, al espirar, como tu respiración se mueve en sincronía hacia los límites de la conexión fuera de tu alcance.

Es posible que te parezca que te entrelazas con otra respiración o que te conectas con muchas otras.

Explora los límites de tu sensación de seguridad en esta experiencia.

Conduce tu exhalación hasta que tu neurocepción deje de ser de seguridad.

Respeta los límites en que se encuentra tu sensación interna de seguridad, fíjate en el lugar que ocupa a lo largo del continuo de conexión.

Continúa el ciclo de la respiración. Inhala moviéndote hacia la conexión interna y la sincronía contigo mismo. Exhala pasando a la conexión con el mundo exterior y a la armonía con el mundo.  Inhala: experiencia individual. Exhala: experiencia compartida.

El objetivo es que, al prestar atención al ritmo de la respiración, vayamos encontrando la forma de hacer transiciones entre el yo y el nosotros, manteniendo la sensación de calma y seguridad.

 

(Extraído de: La teoría polivagal en terapiaDeb Dana)

 

PARA QUÉ…

Hay cansancio, no me refiero al cansancio dentro de la espera. La espera de cada un@, de cada casa, de cada vecindario… También se nota en los comentarios, en los mensajes, en las llamadas.

¿De qué hablamos cuando llamamos a alguien? Son todo lugares comunes, son esos relativos a… “cuando salgamos…”.

Realmente, o nos colocamos en la crispación política, que es lo más abundante, o nos vamos a la intendencia o conectamos con nuestro sentir. Y, por supuesto, yo creo que es sobradamente necesario que podamos hacer una buena introspección, no para rastrear viejas heridas (que también) sino para poder conocernos un poco más. Encontrar ciertas áreas llenas de polvo y no me refiero a los armarios o detrás del frigorífico (que eso ya está limpio), sino a nuestra forma de afrontar y gestionar pensamiento y emoción.  

El Mindfulness está en eso, pero los gestálticos ya sabemos que el Darse Cuenta forma parte de una técnica terapéutica antigua. Y también como forma de vida. Estar en el Aquí-Ahora, ver cómo afrontamos el famoso ciclo de la experiencia y que esta vivencia, global e individual, sea un generador de crecimiento y serenidad.

Evidentemente, cuando se pueda…

 

 

Ciclo de la experiencia

Aquí Ahora

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A pesar de mi actividad y experiencia como terapeuta, no soy una persona de natural tranquilo. Realmente me caracteriza más la precipitación, la aplicación a la tarea y siempre con una presión interna bastante consistente. Vamos, que el estilo contemplativo no es lo que más me representa.

Mi familia y amigos saben del asunto por lo que, a menudo, me sueltan alguna broma relativa a esa hiperactividad, que sigue dominando en mi rutina diaria actual.

Cuando echo la vista atrás, en un recorrido más o menos sesgado y orientado a la búsqueda de vivencias relajantes o pacíficas, cuesta encontrar tales momentos de calma o de cierto arrobo meditativo.

Y es curioso, porque en sesión, cuando hago uso de herramientas de mindfulness, meditación o visualizaciones que ayuden a la persona a encontrar la forma de aplacar el estrés o algún tipo de malestar ansiógeno, no me resulta complicado inducir la calma necesaria.

Sin embargo, como decía, en el pretendido encuentro de algún evento más sosegado de mi historia, logré encontrar pequeñas experiencias de intensa conexión. ¿Con qué?, no sé. O tal vez, sí. Porque conectar, sí que conecté con una ausencia total de valoración o juicio. Donde no existía más que la perfección del momento y una vitalidad ajena a mi propia percepción.  Momentos de un brillo superlativo, donde el color, que ahora sigue apareciendo en mi memoria, es de una intensa tonalidad que no posee la inmediata realidad.

Momentos, insisto, que se han quedado grabados como rotundas muestras de una alegría básica e intima. Que no admiten explicación causal, solo hay experiencia de un bienestar profundo que integra la totalidad de mi conciencia.

Quizás la más reciente, si bien es de hace unos 3 o 4 años, se relaciona con algo tan simple como caminar con mi madre por la playa. Una playa atestada de bañistas y caminantes como nosotras, de niños jugando y estupendos socavones en la arena. En esas caminatas, lo más importante, y precavido, era sortear los obstáculos manteniendo un buen ritmo que nos permitiera practicar un mínimo ejercicio muscular.

Pues bien, ahí, en una caminata, que en cualquier otra época de mi vida me hubiera crispado por la agitación y el agolpamiento humano, ahí… sentí esa alegría inexplicable, la percepción de belleza y sintonía con todo lo que me rodeaba. Además, se hacía extensiva a todo el recorrido:  transitar por el agua golpeando las olas, caminar con cuidado, reír con los niños que saltaban delante nuestro… todo era motivo de júbilo.

Y, para mí, es suficiente saber que en esa experiencia la noción de tiempo transcurrido desaparece. Ahora al evocarlo, al escribir sobre ello, he vuelto a sentir la frescura del agua en mis pies y de nuevo la alegría, la intensidad del presente que fue y sigue estando en este Aquí-Ahora,  3 o 4 años después.  

Todos hemos vivido alguna vez esos momentos de rara emoción en los que el tiempo desaparece y la luz brilla..
Instantes perfectos de armonía con el entorno, en los que tu individualidad y tu muerte pequeña se funden con el mundo.
En estos momentos, lo sabes todo, lo entiendes todo, lo eres todo (Rosa Montero)

 

 

Me doy permiso para

rastas

 

Me doy permiso para

Rechazar toda autoridad y a toda

figura de autoridad sin antes digerir

yo misma, en mi interior,

sus afirmaciones y conducta.

 

En primer lugar he de comprobar

si a mis organismo le sientan bien

esas palabras o esos actos realizados

por los que se atribuyen el monopolio

de la posesión de la verdad.

 

Lo malo o lo bueno lo decido yo

desde mi interior y mi reflexión.

Intentando ser honesta conmigo

misma antes que con nadie.

 

El que se somete a una autoridad

exterior se convierte en un esclavo,

o en un permanente niño sojuzgado

por aquellos en quienes

ha depositado su libertad

y su capacidad de decidir.

Elijo ser libre.

 

Soy responsable de… Me siento culpable de…

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A menudo, en consulta, aparece la manifestación, por parte del paciente, de diversos sentimientos de culpa. Al indagar en el origen de la emoción, en la situación desencadenante, aparece, frecuentemente, una forma de crítica instalada en la persona desde la infancia.

La norma introyectada, la autorregulación, la educación moral, el origen del malestar que encontramos en la baja autoestima.

La culpa es una forma de afrontar lo que creo que he hecho mal, y que me lleva a calificarme negativamente. Si el objetivo de tal emoción compleja es la de corregir o no volver a incurrir en lo ‘mal hecho’, el peligro inherente a tal sentimiento es la ‘parálisis’, es decir, que a lo mejor ni siquiera trato de enmendar o corregir: Mira que si vuelvo a hacerlo mal…

Cuando conseguimos cambiar culpa por responsabilidad damos un giro en la perspectiva. Si me hago responsable de lo cometido, pongo el foco en el cómo lo he hecho (en la conducta), y no necesariamente me devalúo. Orientar una respuesta responsable al fallo, me coloca en el aquí ahora y también a la resultante futura. Mientras que sentirme culpable, internamente, me inhabilita en la predisposición resolutiva: yo misma soy un error.

Freud, ya en su día, habló de cómo la culpa tiene un efecto beneficioso para la sociedad, pero fuertemente negativo para el individuo por el factor inhibidor de la personalidad: no sólo se inhiben las conductas que transgreden las normas morales, sino muchas otras facetas vitales (las productivas y las vitales), se produce una ‘intimidación’ en el sujeto, que perturbaría la natural curiosidad.

 

Emprendedores en 7 días-Alcobendas

marco-tulio7 días 26 abril 2019

YO Y LOS DEMÁS, cómo salgo a relacionarme con el mundo

sunset-639507_1280TALLER DE GRUPO – ALCOBENDAS –            

…Nos vamos a encontrar una tarde al mes. Será un viernes de 18:00 a 21:00. Durante esas tres horas vamos a utilizar al grupo como entorno experiencial, para conocernos mejor y ver cómo me relaciono con los demás…

 

En general, la gran mayoría,  hemos tenido algún tipo de contratiempo en las diferentes relaciones que hemos ido estableciendo.  Comprenderemos qué es lo que nos influye, a la hora de conocernos o cuando partimos de una relación consolidada. 

Te vamos a dar distintas perspectivas desde la Terapia Gestalt y desde los últimos avances en Psicología.

La teoría del apego nos permite encontrar nuestra forma de vincularnos, ya desde la infancia. El Eneagrama, una clasificación de la personalidad que nos dará información genuina acerca de la nuestra. La interacción con nuestr@s compañer@s nos ayudará a vernos en acción.

En este taller, estaremos  con personas como tú, que nos mostrarán sus dificultades a la hora de relacionarse y que te ayudarán, como tú a ellas .

Objetivos del taller:group-1232896_960_720

  • Conocimiento de ti mism@
  • Conciencia de tus dificultades
  • Errores de autoconcepto
  • Autoaceptación
  • Práctica de comunicación
  • Tus habilidades relacionales

Precio:  El precio del taller será de 30€ mensuales.

Fechas:  La fecha prevista de comienzo será el 14.12.2018 y continuaremos con encuentros mensuales a partir de ese momento.

Lugar: C/ Ramón y Cajal, nº 5. Despacho 24 (28100-Alcobendas, Centro de Empresas del Ayto. Alcobendas)

 

Quienes estaremos contigo:

Mª Jesús Delgado López:  Psicóloga y Terapeuta Gestalt

Mónica González Díaz:      Trabajadora  Social y Terapeuta Gestalt

San Sebastián de los Reyes – Psicólogo- EMDR.

Según me sienta interiormente,

así me expresaré exteriormente.

oblaka_chajki_chernoe_more_skaly_95131_1920x1080Y no será al revés.

No serán los otros ni las presiones 

exteriores los que me digan

cómo he de estar.

 

Alcobendas – Psicólogo- EMDR – GESTALT – HIPNOSIS.Barato y económico. Ofertas y precios sin competencia – para todas las edades: Mayores, Tercera edad, Adultos, Adolescentes

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La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas. 

Alejandro Dumas

 

 

 

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blog 29052016

“El único verdadero viaje de     

descubrimiento consiste no

en buscar nuevos paisajes,

sino en mirar con nuevos ojos.”

― Marcel Proust