¿Qué hacer con hermanos problemáticos?

Martina Valero
2025-09-17 08:33:53
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Son muchos los casos de ruptura entre hermanos.
Los motivos pueden ser muy variopintos, pero los más frecuentes se ajustan a problemas con el dinero, herencias, regalos, festividades, la relación de los adultos con los hijos pequeños, las parejas, las necesidades de los padres mayores, los celos…
Aunque estos son los motivos visibles de los enfados entre los hermanos, no es lo más importante, los verdaderos motivos pueden ser cada uno de los que se indican a continuación o una mezcla de varios de ellos, estos motivos son: la falta o dificultades en la comunicación,(no saber escuchar, interpretar el mensaje incorrectamente o con un sentido diferente al dado por el emisor) el poco respeto hacia el otro, el no entender y aceptar que el otro puede tener un punto de vista diferente, el no llegar a consensuar cómo resolver una responsabilidad común por no querer hacer ninguna cesión, el no saber decir no, de manera asertiva y sin agresividad verbal, el no saber ponernos en el lugar del otro, el no expresar nuestros sentimientos, el sentirnos culpables, el tener esquemas muy rígidos de funcionamiento mental, el tener una baja tolerancia a la frustración, etc.
Ponernos en el lugar del otro
Una vez se ha dado un problema de este tipo, lo mejor es darse un tiempo para reflexionar sobre nuestra postura y la del otro.
Es imprescindible ponernos en el lugar del otro y tratar de entenderlo, entenderlo no supone dar la razón de forma automática, simplemente es comprender el punto de vista para tratar de acercar posturas, pues partimos del hecho de que nuestro objetivo es no tener problemas con nuestro hermano/a y para ello tendremos que establecer algún tipo de negociación.
En el análisis de nuestro punto de vista, habrá que tratar de determinar si nuestro razonamiento está bien hecho, es decir, si nuestras razones son válidas, o simplemente nos hemos dejado llevar por la reacción emocional, porque algo no nos ha sentado bien, o no nos hemos sabido expresar y hemos sido muy agresivos.
No romper la comunicación
Es útil no romper la comunicación y seguir con el ritmo de llamadas aunque sea para otros temas diferentes, si se vuelve a sacar el tema de forma inadecuada, tratar de no discutir, escuchar y aplazarlo para otro momento en que ambos estemos menos alterados.
También es útil introducir una tercera persona de confianza que neutralice la tensión de los primeros encuentros, para los cuales se pueden utilizar fechas en que la familia se suela reunir.
Se debe ser especialmente cuidadoso en no olvidar fechas importantes para el otro.
En definitiva, se trata de no hacer cambios en nuestro comportamiento hacia el otro por causa del conflicto, o que pueda ser malinterpretado.
La resolución del conflicto dependerá de las características del mismo y de las personas implicadas, es decir de nuestra habilidad para solucionarlo.
En cualquier caso, lo mejor es tener claro qué es importante, saber explicar nuestros motivos personales controlando las emociones, no traer acontecimientos pasados al presente, no acusar ni culpar al otro del problema (si hay un problema en general es de dos), no responder inmediatamente si algo no nos gusta, tratar antes de entender, aceptar las diferencias e incluso perdonar las salidas de tono del otro, escuchar y callar en muchas ocasiones para luego reflexionar y dar soluciones eficaces, no elevar nunca el tono de voz, ni insultar, pues el otro lo hará más, no utilizar etiquetas generales: “tú eres un/a…”, “siempre haces…”, “nunca puedo hablar contigo de…”
La resolución del conflicto dependerá de las características del mismo y de las personas implicadas, es decir de nuestra habilidad para solucionarlo.

Omar Merino
2025-09-17 07:31:59
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Los conflictos entre hermanos son algo común en casi todas las familias, sin embargo puede llegar a generar angustia y frustración en los padres, al no saber cómo actuar ante ello.
Lo que se suele suceder normalmente cada vez que empiezan los conflictos entre hermanos es que los padres comienzan a estresarse e incluso a enfadarse si no se arreglan pronto.
Un error que cometen muchos padres a la hora de educar a sus hijos es que cada vez que surge algún conflicto entre ellos tienden a tomar el lugar de jueces y evalúan la situación de tal manera que dejan claro quien es el culpable, lo evidencian y lo dejan en desventaja ante el otro.
Para resolver el conflicto es necesario que los padres, en vez de hablar y dar soluciones, se centren en escuchar de verdad a sus hijos para conocer lo que realmente a ocurrido y ayudarlos a resolver sus problemas e inquietudes.
Parte de los conflictos que se generan entre hermanos son provocados indirectamente por una escucha ineficiente por parte de los padres.
Se debe enseñar a los niños a identificar y a expresar lo que realmente sienten.
Perder la paciencia y actuar o decirles cosas de manera impulsiva.
Decirles simplemente que dejen de estar peleando.
Decirles lo mal que te sientes cada vez que ellos pelean.
Juzgar a alguno de ellos y hacerlo quedar como el culpable.
Decirles que si se pelean ya no los vas a querer.