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¿Cómo puedo resolver los conflictos entre hermanos adultos?

Jordi Vega
Jordi Vega
2025-09-17 13:44:09
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La relación entre hermanos es, para muchos, un apoyo incondicional y una de las más importantes en la vida. Es normal que esta relación tenga altibajos a lo largo del tiempo. De hecho, es más común de lo que pensamos que los hermanos adultos dejen de hablarse o tengan conflictos graves. Los motivos pueden ser variados: diferencias de personalidad, conflictos de intereses, rivalidades no resueltas desde la infancia, problemas de herencias, entre otros. Es normal sentir un dolor especial cuando dejamos de hablar o tenemos una mala relación con un hermano. Desde la psicología, la relación entre hermanos se estudia como un vínculo fundamental en el desarrollo emocional y social de las personas, es por esto que este tipo de conflicto puede afectar profundamente nuestro bienestar emocional, ya que perdemos no solo a un familiar, sino a alguien que ha compartido gran parte de nuestra vida y nuestras experiencias más significativas. Conflictos entre hermanos adultos son una realidad más común de lo que solemos imaginar. A medida que crecemos y desarrollamos nuestras propias vidas, las diferencias que en la infancia eran manejables pueden convertirse en verdaderos obstáculos para mantener una buena relación. Estos conflictos pueden variar desde desacuerdos normales propios de las relaciones fraternales, hasta profundas heridas emocionales que afectan gravemente la relación. Comprender las causas de estos conflictos es el primer paso para abordarlos y buscar soluciones efectivas. Solucionar conflictos entre hermanos y evitar el distanciamiento requiere esfuerzo, comprensión y voluntad de ambas partes. Aquí te presentamos algunas estrategias efectivas para abordar estos problemas: Comunicación abierta y honesta: Fomentar un diálogo sincero y respetuoso es fundamental para resolver malentendidos y expresar sentimientos. Terapia familiar: Buscar la ayuda de un profesional en psicología puede proporcionar herramientas y estrategias para manejar conflictos y mejorar la relación. Establecer límites saludables: Definir y respetar los límites personales puede ayudar a reducir tensiones y evitar conflictos innecesarios. Practicar la empatía: Intentar comprender el punto de vista del otro y mostrar empatía puede facilitar la resolución de conflictos. Resolver problemas del pasado: Abordar y resolver viejos rencores y conflictos no resueltos es esencial para avanzar hacia una relación más saludable. Buscar intereses comunes: Identificar y fomentar actividades o intereses comunes puede fortalecer el vínculo entre hermanos y crear nuevas experiencias positivas. Javier García Psicólogos, especialistas en terapia familiar. En Javier García Psicólogos estamos especializados en terapia familiar, con años de experiencia ayudando a familias a superar conflictos y mejorar sus relaciones. Con nuestro apoyo, muchas familias han logrado reconstruir sus vínculos y encontrar una mayor armonía y bienestar. Si estás enfrentando problemas con tus hermanos, no dudes en contactarnos.
Alberto Villareal
Alberto Villareal
2025-09-17 11:54:39
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Son muchos los casos de ruptura entre hermanos. Los motivos pueden ser muy variopintos, pero los más frecuentes se ajustan a problemas con el dinero, herencias, regalos, festividades, la relación de los adultos con los hijos pequeños, las parejas, las necesidades de los padres mayores, los celos… Aunque estos son los motivos visibles de los enfados entre los hermanos, no es lo más importante, los verdaderos motivos pueden ser cada uno de los que se indican a continuación o una mezcla de varios de ellos, estos motivos son: la falta o dificultades en la comunicación,(no saber escuchar, interpretar el mensaje incorrectamente o con un sentido diferente al dado por el emisor) el poco respeto hacia el otro, el no entender y aceptar que el otro puede tener un punto de vista diferente, el no llegar a consensuar cómo resolver una responsabilidad común por no querer hacer ninguna cesión, el no saber decir no, de manera asertiva y sin agresividad verbal, el no saber ponernos en el lugar del otro, el no expresar nuestros sentimientos, el sentirnos culpables, el tener esquemas muy rígidos de funcionamiento mental, el tener una baja tolerancia a la frustración, etc. Ponernos en el lugar del otro Una vez se ha dado un problema de este tipo, lo mejor es darse un tiempo para reflexionar sobre nuestra postura y la del otro. Es imprescindible ponernos en el lugar del otro y tratar de entenderlo, entenderlo no supone dar la razón de forma automática, simplemente es comprender el punto de vista para tratar de acercar posturas, pues partimos del hecho de que nuestro objetivo es no tener problemas con nuestro hermano/a y para ello tendremos que establecer algún tipo de negociación. En el análisis de nuestro punto de vista, habrá que tratar de determinar si nuestro razonamiento está bien hecho, es decir, si nuestras razones son válidas, o simplemente nos hemos dejado llevar por la reacción emocional, porque algo no nos ha sentado bien, o no nos hemos sabido expresar y hemos sido muy agresivos. No romper la comunicación Es útil no romper la comunicación y seguir con el ritmo de llamadas aunque sea para otros temas diferentes, si se vuelve a sacar el tema de forma inadecuada, tratar de no discutir, escuchar y aplazarlo para otro momento en que ambos estemos menos alterados. También es útil introducir una tercera persona de confianza que neutralice la tensión de los primeros encuentros, para los cuales se pueden utilizar fechas en que la familia se suela reunir. Se debe ser especialmente cuidadoso en no olvidar fechas importantes para el otro. En definitiva, se trata de no hacer cambios en nuestro comportamiento hacia el otro por causa del conflicto, o que pueda ser malinterpretado. La resolución del conflicto dependerá de las características del mismo y de las personas implicadas, es decir de nuestra habilidad para solucionarlo. En cualquier caso, lo mejor es tener claro qué es importante, saber explicar nuestros motivos personales controlando las emociones, no traer acontecimientos pasados al presente, no acusar ni culpar al otro del problema (si hay un problema en general es de dos), no responder inmediatamente si algo no nos gusta, tratar antes de entender, aceptar las diferencias e incluso perdonar las salidas de tono del otro, escuchar y callar en muchas ocasiones para luego reflexionar y dar soluciones eficaces, no elevar nunca el tono de voz, ni insultar, pues el otro lo hará más, no utilizar etiquetas generales: “tú eres un/a…”, “siempre haces…”, “nunca puedo hablar contigo de…” La resolución del conflicto dependerá de las características del mismo y de las personas implicadas, es decir de nuestra habilidad para solucionarlo.
José Manuel Arribas
José Manuel Arribas
2025-09-17 10:35:58
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Entre hermanos los conflictos, las peleas, los roces… son habituales. Cuando las edades no son muy diferentes y no se superan los 5 años entre ellos o ellas, suele ser más probable que haya conflictos. La mayoría de veces estos roces no son consecuencias de un problema grave, simplemente son consecuencias de la convivencia diaria, y suelen ser motivos simples. Si intervenimos y les resolvemos sus problemas no tendrán la oportunidad de poner sus recursos en marcha, y al final, actuaremos como jueces, lo que hará que uno sea el ganador y el otro el perdedor, con lo que acabaremos generando mucha rivalidad y conflicto entre ambos. Si por el contrario fomentamos que lleguen a acuerdos, aprenderán a negociar, a respetar las opiniones del otro, a controlar su frustración y a fomentar su autonomía y su autoestima, por lo que se llevarán aprendizajes muy valiosos para toda la vida. Como padres debemos escuchar sin juzgar. Hay que tener establecidas normas y límites claros. Si os paráis a pensar dónde y en qué clase de situaciones aparecen los conflictos, veréis que los patrones se repiten. Hay que buscar actividades que podáis hacer en familia, en las que impere la cooperación y no la rivalidad. Cuando los niños y las niñas se sienten valorados, queridos… y “vistos” evitarán llamar la atención peleando con los otros hermanos y eso evitará muchísimas peleas.