¿Cómo empiezo mi día con atención plena?

Nicolás Alejandro
2025-07-29 22:49:45
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Caminar poco a poco. Tenemos tendencia a ir corriendo a todos los sitios. Sin embargo, una de las prácticas de atención plena más útiles es, simplemente, hacer lo contrario. Camina lentamente y hazlo cada hora u hora y media. Presta atención a cada paso que des y a la respiración que utilices.
Atento a tu respiración. Otro de los ejercicios que por más simple que pueda parecer es de los más efectivos para tu atención plena es el de la atención en la respiración. Dedica un minuto de tu tiempo en escuchar a tu cuerpo, cómo respira, cómo se hincha el vientre al hacerlo y expulsa el aire por la boca. Presta también atención al sonido que hace tu respiración y al ritmo que sigues.
Contar hasta diez. Cierra los ojos y concéntrate en contar lentamente hasta diez. Si te das cuenta de que has perdido la concentración en tu cuenta, vuelve a empezar con tu cuenta. Es normal que entre los números te aparezcan ideas como “debo ir a comprar el pan” o “creo que me está saliendo”. Elimina todos estos pensamientos externos, vuelve a empezar hasta que tu concentración no se rompa por nada.
Deja que tus pensamientos fluyan. Si eres de los que nunca puedes estar quieto, una de las buenas técnicas de atención plena para aplicar es la de dejar fluir los pensamientos. A algunas personas se nos hace extremadamente difícil frenarlos. En este caso, no te involucres en ellos. Es decir, en vez de luchar contra la voz de tu cabeza, observa simplemente qué dice.
Limpia tu casa. Tanto en el sentido figurado como en el sentido literal. Hacer una limpieza emocional de tu casa y dejar ir cosas que ya no utilizas te permitirá despejar tu zona de confort. Por otro lado, limpiar las diferentes partes de la casa puede ayudarte a mitigar el estrés. Céntrate en todos los pasos de limpieza que des con atención plena. No te lo tomes como una tarea tediosa, simplemente pon atención en cómo te sientes tras haberlo hecho.

Diego Saldaña
2025-07-19 20:31:44
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Al despertar practicar la atención plena a primera hora de la mañana contribuye a crear un tono positivo para su día. Ya sea que esté tomando un café, duchándose o cepillándose los dientes, dedique un momento a prestar atención. Observe lo que ve, oye, huele, saborea y siente. También puede comenzar el día con una breve meditación con atención plena. Puede durar tan solo 5 minutos. Busque un lugar tranquilo donde sentarse o recostarse, y concéntrese en su respiración. Inhale y exhale lentamente. Observe sus pensamientos. Si su mente comienza a divagar o a pensar en las tareas pendientes, vuelva a centrar la atención en su respiración. La clave está en encontrar formas sencillas de integrarla a su rutina diaria.

Ismael Rael
2025-07-19 20:17:02
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La atención plena es la capacidad de poner total atención al momento presente, sin juzgar las experiencias internas o externas que rodean la situación.
Te propongo 3 ideas sencillas para iniciarte en esta práctica.
Vive el momento presente en actividades cotidianas.
Las actividades cotidianas como subir escaleras, fregar los platos, hacer la comida o cepillarnos los dientes son momentos excelentes para poner en práctica la atención plena.
Cuando realices alguna de estas actividades, prueba a poner toda tu atención en ellas.
Te darás cuenta que enseguida te vienen pensamientos.
No importa.
Lleva tu mente de vuelta a la actividad misma que estás haciendo.
No te juzgues ni busques conseguir ninguna meta.
Sólo pon tu atención en esa actividad.
Sé que esta palabra a algunas personas les impresiona, o piensan que no es para ellas.
No te asustes.
No es ninguna cosa extraña.
De hecho, la misma práctica que te propongo en la idea anterior es en sí misma una meditación.
La idea que te sugiero para empezar a meditar es muy sencilla.
Simplemente, siéntate en una postura cómoda, cierra los ojos, y, sin juzgar, pon atención a tu respiración, al inhalar el aire y al exhalar.
Es importante que lo hagas sin juzgar.
Nada está bien o mal.
Se trata de observar tu respiración.
No es necesario modificarla o hacerla de alguna manera determinada.
Solamente observa.
Si tu mente se distrae y divaga por pensamientos, vuelve a llevar la atención a la respiración.
Este ejercicio de ida y vuelta es ya una toma de consciencia, puesto que consigue que identifiques tus pensamientos como algo separado de ti que puedes observar desde lo que sí eres, tu esencia.