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¿Cuáles son ejemplos de límites con abuelos tóxicos?

Nahia Arevalo
Nahia Arevalo
2025-09-15 07:58:14
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Los abuelos no siempre son entrañables y tiernos, también los hay manipuladores y conflictivos que pueden crear malestar y enfrentamientos familiares. Son una figura fundamental que puede aportar a los nietos una valiosa información basada en su recorrido vital. Suelen ser referentes, cuidadores y compañeros de juegos, además la experiencia añade un grado de sabiduría a sus enseñanzas con los hijos y nietos. La expresión “los padres están para educar y los abuelos para consentir” puede chocar con la realidad porque se puede acabar malcriando a los nietos o sobrepasando los límites de las normas de los padres del niño. Los abuelos tóxicos pueden desacreditar a los padres instando a desobedecerles, lo que confunde al menor. También se pueden apropiar de la crianza tomando decisiones o acciones sin contar con los progenitores a través de la manipulación y la culpa, lo que puede crear roces familiares. Cuando alguien provoca emociones negativas en su entorno tiene una actitud tóxica, se trata de personas poco empáticas, porque asumen un papel protagonista en las relaciones que no es real, menosprecian las ideas de otros o se apropian de responsabilidades que no les competen. Los abuelos tóxicos pueden realizar cosas que se les ha indicado expresamente que no hagan, por ejemplo, dar de comer al niño, así como también enfrentar a los miembros de la pareja implicados en la educación del niño o restar autoridad a los padres. La actitud adecuada de los abuelos en el escenario familiar pasaría por saber poner límites, estos son necesarios porque aportan seguridad y permiten vivir en armonía, respetando a todos los miembros de la familia, sean de sangre o no. La actitud de los padres con respecto a sus progenitores debe ser clara y firme para que todos los miembros de la familia cumplan su papel sin extralimitarse en sus funciones. Los progenitores tienen derecho a equivocarse, a permitir, a limitar, a educar a sus hijos como mejor consideren, conviene comunicar de forma positiva, sin reproches y sin juicios, pero con claridad, cuáles son las cosas infranqueables ante las que no se cede. Un nieto que tiene un abuelo que se centra solo en sí mismo porque tiene una actitud narcisista y egocéntrica sufre las consecuencias, es un menor que no se desarrolla en plenitud, porque no recibe la atención ni los refuerzos positivos que necesita. Generalmente, estos mayores quieren tener razón con respecto a cualquier norma que se establezca en el núcleo familiar, por lo que habrá diferentes órdenes para el pequeño, lo que le provocará desconcierto. La ausencia de límites por parte del abuelo también influirá en otras cuestiones, pueden llevar a los favoritismos con alguno de los nietos en particular, lo que perjudicará la autoestima de los otros o la desautorización y desvalorización del papel de los padres que no respeta su estilo educativo. Un buen abuelo es el que cuida desde el amor y pone por encima de todo el bienestar y la felicidad de su nieto y no a sí mismo, sabe respetar las normas educativas elegidas por sus hijos y evita la intromisión en la pareja para ofrecerles su ayuda para lo que necesiten. Los mayores de la casa deben tener una actitud abierta para participar en el desarrollo del menor con el fin de brindar un espacio seguro y respetuoso para el niño. No se puede aceptar un comportamiento inadecuado, angustiante o irrespetuoso por parte de los abuelos, hay que recordar que la edad y la experiencia no implican que puedan imponer sus normas. Los padres pueden seguir unas pautas para lograr que el papel de los abuelos en la crianza esté ajustado y equilibrado dentro de la familia, como explicar las funciones y el rol que cumplen, qué órdenes pueden dar a los niños y cómo comunicarse con ellos, evitar hablar del pasado para decir que en su época se hacían las cosas de manera diferente y adaptarse en la medida de lo posible a la realidad en la que vivimos, expresar con honestidad, si se diera el caso, que las emociones que generan en la familia no son adecuadas para el desarrollo de sus nietos, evitar el descrédito delante del niño sobre lo que los padres indican a su hijo, supervisar la compañía y las visitas del abuelo cuando no cumple los límites establecidos porque el objetivo es el bienestar del niño.