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¿Cómo afecta la naturaleza a tu cerebro?

David Ordoñez
David Ordoñez
2025-07-22 01:15:34
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Estar unos días en contacto con la naturaleza provoca una buena cantidad de cambios tanto en lo físico como en lo mental y emocional. Las principales ventajas para el cerebro de estar al aire libre son las siguientes: Despeja la mente y aclara las ideas. Caminar durante algunos minutos en un entorno natural alivia la melancolía, el estrés y las preocupaciones de todo tipo. El contacto con la naturaleza reduce el flujo sanguíneo en la corteza prefrontal subgenual, el área donde se estanca el mal humor, los problemas y la depresión. La desconexión completa es posible, aunque te parezca extraño. Estos periodos ajenos a la tecnología la creatividad encuentra su momento para salir a la luz. El cerebro se siente abrumado por los carteles iluminados, las bocinas de los coches, la música a todo volumen y las pantallas. En medio de la naturaleza nada de ello está presente y es entonces cuando puede dar rienda suelta a la imaginación y a la creación. Además, un estudio reciente demostró que el contacto con la naturaleza mejora varias capacidades cognitivas como la imaginación, la creatividad, la memoria, la atención y hasta el rendimiento escolar. Pasar tiempo en el campo o en la montaña aumenta el enfoque hacia nuestras tareas cotidianas. No estar al aire libre, al menos, unas horas a la semana se traduce en desconcentración, problemas de aprendizaje e hiperactividad. Si el cerebro está estimulado continuamente se le dificulta un poco descansar. La televisión en la habitación, el móvil en la mesilla de noche y los ruidos externos son una combinación nefasta que no nos permite conciliar el sueño. Por el contrario, cuando estamos en zonas rurales y desconectados de la tecnología la mente percibe solo algunos sonidos relajantes. Puede ser una cascada, un insecto o el viento moviendo las hojas de un árbol. La irritabilidad, los enojos, la ira y las peleas son propios de la vida en las ciudades. En el campo todo se desarrolla con mayor tranquilidad y, casi como por arte de magia, el humor y el ánimo mejoran. Las actividades al aire libre permiten eliminar los malos sentimientos, los rencores y los problemas; por lo tanto, nos hacen ver el lado positivo de las cosas y mantener una mejor actitud. Es frecuente que al caminar por un bosque o playa la sonrisa aparezca sin que la forcemos. Por su parte, una publicación de la revista Environmental Health Perspectives demostró que el contacto con la naturaleza puede ayudar a controlar ciertas afecciones relacionadas con el estado de ánimo. De hecho, ayuda a muchas personas a controlar los síntomas de patologías como la ansiedad y la depresión. En el ámbito rural o natural la única carrera que se debe ganar es contra uno mismo. No será fácil al principio dejar de lado los pensamientos negativos o las ideas que no nos permiten avanzar. Sin embargo, de a poco la tranquilidad y el paisaje harán su trabajo para que podamos aceptarnos tal cual somos. Las personas con problemas de autoestima se benefician con unas vacaciones al aire libre, alejados de las comparaciones y con tiempo disponible para encontrar y confiar en el yo interior.