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¿Cuáles son los síntomas de una herida de traición?

Dario Alicea
Dario Alicea
2025-08-05 14:10:46
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Dificultad para confiar en los demás, vincularse con otros y dejarse querer. Necesidad de tenerlo todo bajo control. Miedo a la incertidumbre. Tristeza cuando está en soledad. Cambio del amor al odio con gran facilidad y por pequeños detalles. Uso de la crueldad, el victimismo o el chantaje emocional para conseguir lo que quiere. Odio hacia las mentiras, las promesas sin cumplir y las traiciones. Creencia de ser una persona fuerte y poderosa, algo que también proyecta en su imagen. Rigidez e intolerancia, quiere tener siempre la razón y decir la última palabra. Tendencia a la competitividad, a ser exigente y a criticar a los demás. Desconfianza: Las personas heridas por la traición suelen volverse extremadamente desconfiadas. Dificultad para establecer vínculos: La herida de la traición a menudo conduce a problemas en las relaciones interpersonales. Miedo al abandono: El temor a ser traicionado nuevamente puede llevar a un miedo intenso al abandono. Autoestima dañada: La herida de la traición puede erosionar la autoestima de una persona, haciéndola sentirse indigna de amor y respeto. Las heridas de traición en los niños aparecen cuando los padres o cuidadores traicionan a los niños de alguna de las siguientes maneras: No cumplen con la expectativa de padre, madre o cuidador ideal No cumplen las promesas que realizan Revelan hechos íntimos o secretos personales Avergüenzan al niño ante otras personas Anteponen a otra persona antes que al niño, dejándolo de lado. Así, la herida de traición surge cuando un niño percibe incumplimientos, deslealtad emocional o falta de respeto a acuerdos por parte de una figura de autoridad. Suelen ser personas desconfiadas y posesivas. También valoran mucho en los demás cualidades como la lealtad y la fidelidad.
Noelia Carrasco
Noelia Carrasco
2025-08-05 13:53:00
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Dificultad para confiar en los demás, vincularse con otros y dejarse querer. Necesidad de tenerlo todo bajo control. Miedo a la incertidumbre. Tristeza cuando está en soledad. Cambio del amor al odio con gran facilidad y por pequeños detalles. Uso de la crueldad, el victimismo o el chantaje emocional para conseguir lo que quiere. Odio hacia las mentiras, las promesas sin cumplir y las traiciones. Creencia de ser una persona fuerte y poderosa, algo que también proyecta en su imagen. Rigidez e intolerancia, quiere tener siempre la razón y decir la última palabra. Tendencia a la competitividad, a ser exigente y a criticar a los demás. Experimentar una traición es una de las vivencias más dolorosas a nivel emocional, ya que nuestra confianza en la otra persona desaparece y deja una herida que a veces no sana nunca. Es entonces cuando aparecen síntomas de la herida de traición. Es habitual que el niño se vuelva desconfiado, muestre rencor hacia los cuidadores y sienta envidia de la persona que recibe lo que a él le habían prometido. Suelen ser personas desconfiadas y posesivas. También valoran mucho en los demás cualidades como la lealtad y la fidelidad. Tienen una baja autoestima y una fuerte personalidad.