¿Cuál debe ser el trato hacia una persona con dificultad mental?

No asuma que sabe lo que la persona necesita. Pregúntele cómo puede ayudar y escuche atentamente su respuesta. Siéntase a gusto cuando hable sobre la salud mental: uno de los pasos más difíciles e importantes es iniciar una conversación sobre salud mental con su ser querido. Hablar sobre los detalles de su crisis de salud mental puede resultar incómodo para esa persona y para usted también. Es posible que le preocupe su capacidad para apoyarla porque no comprende completamente sus circunstancias. No tiene que ser un experto o tener todas las respuestas. Comience expresando su preocupación y voluntad de escuchar y estar ahí para esa persona. No tenga miedo de hablar de ello. Asegúrele que usted se preocupa por ella y que está ahí para apoyarla. Cuanto más hable sobre la salud mental, adquirirá mayor comodidad y conocimientos para ayudar a alguien que sufre estos problemas. Antes de comenzar la conversación, puede ser útil empezar a familiarizarse con el tema. Infórmese sobre la enfermedad: cuanto más comprenda sobre las afecciones, los síntomas, los posibles tratamientos y qué esperar, podrá ofrecer un mejor apoyo a su ser querido. Es importante recordar que cada persona es diferente y las situaciones varían mucho. Establezca expectativas realistas: es importante tener expectativas realistas. Generalmente, la recuperación no es un proceso sencillo. Seguramente haya mejoras y contratiempos en el camino. Recuerde que incluso si siente que su apoyo y sus acciones no están marcando una diferencia, es probable que sí lo hagan para su amigo o familiar. Es posible que su ser querido esté sufriendo y no reconozca claramente lo que usted hace, o que no pueda expresar su aprecio. Pero saber que usted está ahí para él puede ser importante para ayudarlo a recuperarse. Solicite apoyo: mientras se enfoca en ayudar a su ser querido, también es importante que se cuide tanto física como emocionalmente. Busque ayuda para usted mismo si la necesita. Reconozca cuáles son los límites de lo que puede dar, y sea consciente de ellos. Aunque la responsabilidad final recae en la persona que vive con la enfermedad, los miembros de la familia pueden ser un recurso invaluable para quienes enfrentan enfermedades mentales graves. Lidiar con una enfermedad mental puede sonar aterrador, pero es importante recordar que estos trastornos son tratables. Las personas diagnosticadas con estas enfermedades pueden vivir vidas plenas y gratificantes, especialmente si buscan tratamiento según sea necesario.