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¿Qué traumas puede tener una persona adoptada?

Miriam Godoy
Miriam Godoy
2025-07-10 21:18:44
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Desgraciadamente, esto no ocurre siempre, y a veces los niños que son adoptados, después de pasar mucho tiempo en centros donde no son atendidos de forma adecuada, o pasar de una familia a otra sin poder crear vínculos sanos y duraderos, o sufrir maltrato por parte de las familias adoptantes, no pueden desarrollar mecanismos adaptativos de regulación emocional y conductual a nivel neurobiológico. Si esta sincronización no se da de un modo adecuado, se verán afectados diferentes órganos cerebrales que son fundamentales para la regulación de las emociones, los pensamientos, las conductas, la ansiedad, el control de impulsos, y que incluso pueden ser responsables de enfermedades somáticas. Se han hecho múltiples estudios con resonancia magnética, encefalogramas cuantitativos, tomografía por emisión de positrones y otras técnicas no invasivas, en niños que han sido institucionalizados, y se han observado variaciones de tamaño y funcionalidad en diferentes áreas cerebrales. Córtex frontal: es el regulador del control de los impulsos y de la planificación por excelencia. Si este se ve afectado la persona no puede tener el control de su rabia e impulsividad o será extremadamente rígido y obsesivo. Amígdala: Se ha visto que en niños que han sufrido deprivación sensorial en la infancia, este órgano es de mayor tamaño que en niños criados con afecto y cuidados, lo que indica que serán más irritables y agresivos o excesivamente retraídos. Hipocampo: Regula la memoria a corto y largo plazo. Las personas con fallas en la regulación emocional en los primeros años de vida, tienen el hipocampo de menor tamaño que la media, y este será excesivamente sensible a los niveles elevados de cortisol. Ínsula: Este órgano regula las sensaciones interoceptivas. En las personas que han sufrido trauma en su desarrollo puede encontrarse hiperactivada o hipoactivada. Cuerpo calloso: Son las fibras que unen los dos hemisferios cerebrales. Teicher, un investigador que ha estudiado el cerebro de niños institucionalizados, demostró que estos tienen menos fibras en el cuerpo calloso, y que por tanto tenían problemas en la comunicación interhemisférica. También se han visto anomalías en el funcionamiento del sistema hormonal: Oxitocina y Vasopresina: Estas hormonas son responsables de la conexión emocional y se ha visto que niños que han sufrido carencias en la infancia, tienen niveles inferiores de lo esperado de estas hormonas. Cortisol: Estos niños, tienen niveles más altos de los esperados y son más sensibles a su presencia en el torrente sanguíneo. A nivel del sistema nervioso autónomo, este está compuesto por dos ramas: una simpática, que es activadora, y otra parasimpática, que es inhibidora. Estos niños, debido al estrés sufrido en los primeros años de vida, quedan prisioneros de la hiperactivación de una de estas dos ramas: Rama simpática, están en un estado de lucha/huida o alerta constante. Rama parasimpática: están en un estado de calma tensa constante o de estado disociativo, que les impide poder realizar tareas básicas de una manera adecuada. Las personas que han visto comprometido el desarrollo adecuado de su sistema nervioso pueden sufrir dos formas extremas de regulación: Hiperactivación del sistema de conexión. Estando sometidos siempre a altibajos emocionales y necesitados de personas cercanas para poder regularse, aunque paradójicamente estas mismas personas les desregulan más. Hipoactivación del sistema de conexión. Destierran cualquier tipo de emoción, siendo incapaces de empatizar o conectar a nivel emocional con otros seres humanos.
José Antonio Puga
José Antonio Puga
2025-07-02 09:52:33
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Una cosa es ser resiliente y tener potencial y otra muy diferente es volcar expectativas desmesuradas en ellos. Deben olvidar lo que pasó, fue hace mucho tiempo. No debería enfadarse así, yo también me enfado y no hago esas cosas, suspende todo, es un vago, si quiere, puede conseguir superar el pasado. El niño y el adolescente, independientemente de ser o no adoptados, necesitan que las figuras de apego confíen en ellos, pero no solo para decirle debes llegar hasta esta meta porque puedes, sino para guiarles y comprenderles cuando sientan que no, que hoy no puedo más, que estoy al límite, que mi capacidad no llega hasta donde me pides. Quizás hay que hacer un parón y replantearse si es necesario que lleguen a las metas propuestas y si el niño (especialmente el adoptado) está sufriendo un sobreadaptación al medio, esto es, una necesidad de cumplir, de hacer lo necesario para gustar, ser querido y no volver a ser abandonado.
Gabriel Ávila
Gabriel Ávila
2025-06-21 10:30:05
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Las capas de trauma en la adopción son complejas y se multiplican. La necesidad de adopción comienza con un trauma, generalmente un trauma intergeneracional que experimentan nuestras familias biológicas y que resulta en nuestra renuncia / abandono. Como adoptados, nuestro trauma principal comienza con la renuncia / abandono, el robo o la pérdida y la adopción ilícita / ilegal. Entonces vivimos la pérdida de identidad cuando la adopción plenaria nos separa permanentemente de nuestros orígenes y mediante la adopción internacional, nos reubica en un país / cultura / pueblo / idioma completamente nuevo. El trauma secundario puede ocurrir luego de la adopción en sí, ya sea por abuso, negligencia, vivir una ruptura de adopción, ser realojado, no recibir la ciudadanía, ser deportado de regreso a nuestro país de nacimiento, etc.
Marina Giménez
Marina Giménez
2025-06-18 11:12:40
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La adopción implica que el niño afronte algunos retos emocionales. Las heridas de la adopción pueden abrir varias heridas. Vínculo de apego y trauma por abandono, esta es la principal consecuencia que afecta a un niño adoptado: la herida de abandono. Este niño crece interiorizando la idea de que no es merecedor de amor. Además, cualquier pequeña señal negativa del entorno desencadenará esa herida primaria, ese miedo a sufrir abandono de nuevo, pudiendo generar conductas desadaptativas y un gran malestar. Sensación de ser una segunda opción, tener este conocimiento puede hacerle sentir como una segunda opción, como el plan b al que se tuvo que recurrir con resignación. Evidentemente, esto daña la autoestima y genera un autoconcepto pobre y negativo. Problemas de identidad, este tipo de conflicto es más común durante la adolescencia, periodo especialmente proclive a la búsqueda de una identidad propia. Esta dificultad se incrementa notablemente en el caso de las adopciones internacionales y, sobre todo, transraciales. Invalidación del entorno, una de las grandes heridas de la adopción es la invalidación que sufren estos niños y adultos a lo largo de su vida. Todo el entorno, y normalmente también los padres adoptivos, esperan que estos niños se muestren completamente agradecidos por haber sido adoptados, que actúen con entrega para “corresponder” a eso que recibieron.
Sandra Hurtado
Sandra Hurtado
2025-06-12 02:38:58
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La adopción conlleva un trauma. La experiencia nos dice que el sentimiento de abandono es muy grande. Son personas que han ido sumando pérdidas y viven un dolor muy hondo. Para ser adoptado, antes has tenido que ser abandonado y para nosotros es importante que se reconozca.
Héctor Muñoz
Héctor Muñoz
2025-05-29 20:30:41
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El abandono, ya sea real o percibido, puede dejar una huella indeleble en la psique de una persona adoptada. Este trauma puede manifestarse de diversas maneras, incluyendo problemas de apego, dificultades en la formación de relaciones saludables y estables, y una lucha continua con la identidad y la autoestima. A menudo, los adoptados pueden experimentar sentimientos de pérdida, tristeza, rechazo y un profundo sentido de incertidumbre sobre su lugar en el mundo. Uno de los efectos más significativos del trauma del abandono es la dificultad en establecer y mantener relaciones sanas. Las personas adoptadas pueden desarrollar mecanismos de defensa como una manera de protegerse del dolor de una posible pérdida o rechazo futuro. La adopción puede traer consigo preguntas complejas sobre la identidad. Los adoptados pueden luchar con la comprensión de su origen y cómo encajan en su familia adoptiva y en la sociedad en general. Estas preguntas sobre quiénes son y de dónde vienen pueden llevar a problemas de autoestima y a una búsqueda constante de autovalidación.