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¿Cómo podemos practicar la bondad?

Carlota Meraz
Carlota Meraz
2025-08-15 21:07:18
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Sonríe y haz contacto visual Reconocer a los demás saludándolos Recoger la basura Mantenga la puerta abierta Deje que alguien vaya por delante de usted Diga por favor y gracias Observa cuando otras personas son amables y reconocerlos Ayuda a limpiar espacios comunes sin que te pregunten Dile a alguien algo que te gusta de ellos, aprecias de ellos Dar un abrazo a alguien Comparte tu cita inspiradora favorita Haz una donación de algo que ya no usas o no necesitas Hacer un refrigerio para usted y otra persona con la que compartir Llama a alguien sólo para decir que te amo Comparte algo que te hizo reír con otra persona Hacer el que hacer de otra persona para ellos Ver una película juntos Ofrézcase a llevar agua a los demás cuando esté recibiendo agua para beber por sí mismo Reabastecer el rollo de papel higiénico, incluso si tu no fuiste la última persona que lo utilizó todo Apague las luces
Alexandra Esteve
Alexandra Esteve
2025-08-13 06:05:43
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La bondad es la fuente de estos pequeños pero significativos comportamientos. Ser bondadoso es ser considerado para algunos de nosotros, ser útil para otros y mostrar empatía para otros. Puedes alegrar tu día con un pequeño cumplido a alguien. Puede ser un vecino, un compañero de trabajo o alguien que no conoces. De vez en cuando, puedes olvidarte de la gratitud, que es una de las herramientas de refuerzo positivo. Puedes plantearte dar las gracias más a menudo para fomentar la positividad y apreciar lo que hace la gente. Regalar a un amigo, a un familiar o a un compañero algo que sepas que le gustaría especialmente recibir, no tiene por qué ser algo grande, puede ser un regalo muy pequeño, o simplemente tomar un café y entablar una conversación puede mostrar tu generosidad y consideración. Prioriza a alguien que tiene prisa mientras espera en una fila, o ceder el paso para que alguien cruce al carril mientras conduce por la carretera pueden ser acciones pequeñas pero efectivas. Tómate el tiempo necesario para hacer que la gente sienta que te importa y la valoras. Intenta ser amable contigo mismo, porque ser bondadoso con los demás significa serlo primero contigo mismo.
Manuela Garrido
Manuela Garrido
2025-08-04 20:59:02
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De hecho, aunque la meditación es la práctica más conocida del budismo, también existen los paramitas, las cualidades que deben cultivarse para purificar el karma y quitar obstáculos en el camino hacia el despertar espiritual. Esas cualidades son diez y la bondad es una, junto con otras muy relacionadas con ella. La bondad o querer el bien de los demás. La bondad (o metta en el budismo) es también amabilidad, benevolencia. Consiste en tratar adecuadamente a los demás, así como en querer su bien material y, sobre todo, espiritual. La manera más simple y eficaz de meditar en la bondad (lo que en budismo se conoce como meditación metta) es alegrarse del bien ajeno en vez de sentir envidia, compartir la alegría de los niños o la de que a tu expareja le vaya bien. Otra forma es visualizar una luz dorada que envuelve a determinada persona, dándole protección y suerte. Empieza practicando contigo mismo y luego con familiares y amigos, especialmente con quienes necesiten más ayuda.
Pol Moral
Pol Moral
2025-07-27 18:38:39
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Practicar la bondad en nuestro día a día no solo es un modo de crear escenarios más respetuosos y sensibles. Todo acto cargado de reciprocidad y orientado en exclusiva a hacer el bien revierte en nuestra salud mental. Se vive mucho mejor si mantenemos esa sintonía entre lo que sentimos y lo que hacemos. Practicar la bondad revierte de forma positiva en nuestro equilibrio interior, nos aporta paz y bienestar. No importa que los demás no sean conscientes de esos pequeños actos de bondad que cultivamos cada día. Nosotros sí lo sabemos y eso nos basta porque nos permite estar en armonía, sabiendo lo que está bien, y esa sintonía interior nos ofrece una música que nos gusta, que nos complace. La bondad y la compasión encienden estructuras cerebrales tan poderosas como el sistema límbico. Una persona compasiva es más intuitiva, más receptiva y más consciente de todo lo que le envuelve. Aunque en nuestros contextos no veamos acciones cargadas de respeto y de bondad auténtica, ello no debe hacernos claudicar y aún menos imitar esa misma dejadez general. Lo creas o no, la bondad es contagiosa. No olvides pues ser el mejor ejemplo para tus hijos, el mejor modelo para amigos y familiares. Porque pequeños actos hacen un mucho, y si todo el mundo encendiera los motores de la bondad cotidiana, veríamos excelentes resultados a largo plazo.
Iker Armenta
Iker Armenta
2025-07-18 13:05:26
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Puede parecer curioso, pero Charles Darwin ya nos habló en su momento de la importancia de la bondad en el ser humano. Según él, este sería en realidad nuestro instinto más fuerte y valioso, el que posibilitaría la propia supervivencia no solo de la humanidad como especie, sino de todos los seres vivos. No claudique en tu intento, siembra semillas de bondad en cada uno de tus actos. Porque aunque los demás no los perciban, tu mente mente estará siempre en sintonía con tu corazón. La bondad tiene un espacio muy concreto en el cerebro: comparte los mismos mecanismos neuronales que la empatía. Mientras una identifica necesidades, la la otra traduce esa sensación en un acto espontáneo y profundo por propiciar el bien, por ofrecer ayuda y bienestar. Estamos “programados” para practicar la bondad Jerome Kagan es un conocido y veterano profesor de psicología en Harvard que defiende la idea de que nuestro cerebro está programado para practicar la bondad. Sería una inclinación biológica, la misma que Charles Darwin enunció en su momento, donde el amor, la compasión o el cuidado tienen una finalidad muy concreta: permitirnos sobrevivir como especie. La técnica de la meditación compasiva La meditación compasiva es una técnica budista basada en las visualizaciones. Se trata, simplemente, de imaginar situaciones personales en las que recordar a un ser querido pasando un instante vital complicado. Hemos de revivir ese sufrimiento para que, de este modo, se “enciendan” esas estructuras emocionales como es la ínsula, relacionada precisamente con la necesidad de ofrecer consuelo y apoyo. La visualización se inicia pensando en personas cercanas, para poco a poco, ir abriendo círculos y entornos hasta pasar por los amigos, los compañeros de trabajo, vecinos, simples conocidos hasta completos desconocidos. La idea básica es empatizar con la necesidad ajena, con el dolor, el miedo y la experimentar la cercanía de quien sufre, sea quien sea. Este tipo de ejercicio basado en la meditación, en un adecuado control de la respiración y en la toma de contacto más profunda con nuestras emociones, genera según los neurólogos una interesante plasticidad cerebral. Nos permitiría aliviar el estrés, invertir en bienestar y en esa riqueza interior capaz de cambiar el mundo. Porque la bondad es la única inversión que nunca falla.