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¿Cuáles son 10 consejos sabios para tomar buenas decisiones?

Noa Longoria
Noa Longoria
2025-07-20 04:37:57
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Ten en cuenta que normalmente no existe una única opción «correcta». Muchos caminos pueden llevar o no a tu satisfacción personal dependiendo de cómo los recorras. Considera TODAS las opciones. Reflexiona también sobre el por qué de la decisión ¿por qué debo tomar ésta decisión? ¿qué pasaría si no lo hago? Visualízate en cada una de las opciones. ¿Cómo me veo en la opción 1? ¿Cómo me hace sentir? ¿Me imagino siendo feliz en ésta opción? Analiza pros y contras, y el peso emocional que tienen para tí. Realizar una lista de «Pros y Contras» es realmente muy útil. Ponte una fecha para tomar la decisión. No te quedes en la «parálisis del análisis» analizando indefinidamente pros y contras. ¿y si me arrepiento? No podemos saberlo. Confía en ti, pueden presentarse dificultades en el camino que elijas: confía que si se da el caso harás lo que esté en tu mano para resolverlo llegado el momento. Si te equivocas aprenderás algo, lo afrontarás. Acepta esta posibilidad de que puedan presentarse dificultades, que algo pueda salir mal o que puedes equivocarte. Recuerda que no tiene por qué haber sólo una opción correcta. Al decidir hemos de dejar las otras opciones atrás para poder avanzar: Hemos de comprometernos con la decisión tomada plenamente, y vivir en la opción que hayamos elegido, sin mirar a atrás. No podemos tenerlo todo : al elegir un camino renunciamos a otros y los dejamos atrás, es verdad que podemos siempre reconducir nuestros caminos hacia otra dirección, pero no podemos vivir pensando en «qué hubiera pasado si..» no podemos saberlo. Si surge algún inconveniente o dificultad en éste nuevo camino ya tomarás las medidas para solucionarlo cuando corresponda.
Omar Ocampo
Omar Ocampo
2025-07-19 23:23:50
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1. Conócete a ti mismo. El autoconocimiento es esencial en el proceso de toma de decisiones. Saber tus gustos y valores, así como tus habilidades y limitaciones ayudará a que al momento de elegir lo hagas correctamente. 2. Enfócate en el presente. Pensar en las posibles consecuencias que tu elección puede ser positivo; sin embargo, hacerlo de modo exagerado puede llevarte a la inacción. Si bien es importante considerar las repercusiones, la realidad es que no tenemos la capacidad de predecir el futuro. 3. Confía en tus instintos. Puedes pensar que para tomar buenas decisiones es necesario un largo tiempo para analizar varias alternativas y sopesar sistemáticamente todos los pros y contras. A veces un juicio rápido puede ser igual de bueno, o incluso mejor. 4. Toma en cuenta tus emociones. Tu estado emocional influye más de lo que piensas en las decisiones que tomas. El que estés alegre, triste, entusiasmado o cansado puede provocar que hagas una elección apresurada o de manera pesimista. Evalúa tu estado de ánimo y cómo está influyendo tu razonamiento antes de decidir. 5. Identifica los riesgos. La familiaridad genera comodidad. Es probable que tomes decisiones que no son buenas simplemente porque es a lo que estás acostumbrado. Puede ser que tengas hábitos nocivos y quizá no estés consciente del daño que te hacen. Por ejemplo hay personas que se alimentan de comida rápida o no hacen ejercicio frecuentemente y creen que está bien porque hasta el momento no han percibido ningún daño en su cuerpo. 6. Cambia de perspectiva. El modo en que abordas un problema juega un papel importante en cómo respondes frente a él. Al enfrentar una decisión, plantéate el problema de modo diferente. Tómate un minuto para ver el problema de forma distinta, esa puede ser la respuesta. 7. Ten cuidado con la presión social. Puedes considerarte una persona segura de sí misma que toma sus decisiones sin que los demás influyan, el hecho es que nadie es inmune a la presión social. Innumerables experimentos revelan que las personas se dejan influir por figuras de autoridad o sus pares y toman malas decisiones. 8. Reduce tus opciones. Al tomar una decisión es posible que evalúes entre distintas opciones e incluso consideres más posibilidades. Lo mejor es que descartes las opciones que no sean viables desde el principio. De este modo, tomar una buena decisión será más fácil. 9. Reconoce tus limitaciones. Es normal tener sesgos, aunque cueste trabajo admitirlo. Nuestro criterio está sesgado. Es imposible ser completamente objetivo. La mente tiene estrategias que le ayudan a entender situaciones y tomar decisiones más rápido. Y aunque estos atajos mentales permiten simplificar nuestras vidas, en ocasiones pueden llevarnos a tomar malas decisiones. 10. Ponte en otros zapatos. Al enfrentar una decisión difícil, pregúntate: ¿Qué harías si fueras alguien más? o ¿Qué te aconsejaría tu mejor amigo. Es probable que descubras la respuesta más fácilmente cuando al imaginarte como otra persona o desde la sabiduría de otra persona. Ponerte en otros zapatos o hablar contigo mismo como un amigo de confianza permite distanciarte emocionalmente de la ecuación y ver el problema desde otra perspectiva. Esto te dará la oportunidad de ser más objetivo.