¿Por qué desconfío de mi familia?

Patricia Reynoso
2025-10-07 19:47:48
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La desconfianza sin justificación deteriora las relaciones, nadie quiere sentirse cuestionado cuando no a dado razones para ello.
La duda o la incertidumbre llevan a emociones como la esperanza en positivo, o el miedo; cuando se percibe a uno mismo como débil o en desventaja frente a aquello que genera duda.
El miedo está asociado con el control de la situación, se relaciona con el malestar, el esfuerzo y la incertidumbre.
La desconfianza se desarrolla progresivamente, se van dando distintas fases en el proceso.
La duda se traduce en una pregunta: la primera fase de desconfianza comienza con la pregunta.
Aparece una inquietud sobre algo o alguien, se duda de lo confiable de aquello a lo que se hace referencia y la atención sobre ese tema se hace más consciente y de forma detenida.
Sospecha: la duda, si no se resuelve, se transforma en sospecha continuada en el tiempo.
Se empieza a buscar pruebas que confirmen la sospecha, que justifique la desconfianza para llegar a una explicación que aclare las dudas.
La desconfianza en los demás disminuye la confianza en uno mismo.
Aquello que proyectamos fuera es lo que sentimos por uno mismo.
Cuando una persona se siente inadecuada resulta difícil tener relaciones con personas que quieren de modo genuino.
Una relación sana entra en conflicto con la visión negativa sobre uno mismo, por lo que se responde con una sensación de no ser merecedor de amor y el sujeto se esforzará en arruinar la relación o ponerla fin.
La desconfianza genera mucho sufrimiento, es una duda sobre el otro que supone estar vigilante, tratando de adivinar lo que los demás piensan de ellos.
Supone un desgaste de energía por la alerta continua y el temor a ser herido por el otro.
El desconfiado en el fondo se siente tan frágil que se vuelve desconfiado para defenderse.
El papel de la confianza en las relaciones es una de las bases, la honestidad y la apertura es fundamental para que la confianza sea recíproca, sin confianza el miedo y la inseguridad es una sutil duda que se arraiga y contamina la interacción, nos hace suspicaces y genera incomodidad en el otro hasta crear el conflicto que rompa la relación.
Comienza por confiar en ti mismo; si somos con los demás un reflejo de cómo somos con uno mismo, es prioritario que aprendas a estar cómodo contigo.
No adelantes prejuicios: las personas no somos siempre lo que la primera imagen puede transmitir de uno.
Espera a conocer a las personas antes de dudar o hacer juicios.
Disfruta la apertura a la experiencia: muéstrate disponible a conocer y escuchar a los otros sin barreras defensivas.
No personalices las opiniones de los demás como un ataque personal.
Practica la asertividad:es fundamental ser honesto en las interacciones sociales.
Para ello es fundamental conocer tus valores y principios y poder exponerlos de una forma honesta e íntegra sin por ello sentirte culpable.
Expresa tus deseos de manera sencilla.
No somos perfectos y los otros tampoco: a veces nos duele mucho la crítica de los demás, las opiniones de las personas son muchas y variadas, nadie es perfecto y no se puede gustar a todo el mundo todo el rato.
Acepta las diferencias.
Se flexible:la flexibilidad psicológica es la capacidad de adaptarse a las novedades del entorno y poder encontrar lo mejor de cada situación para estar en ella.

Nicolás Delao
2025-10-07 18:14:02
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La desconfianza es un sentimiento de duda que nos inunda cuando creemos que una persona es deshonesta, pero en algunas personas este sentimiento de desconfianza es constante ya que tienen su capacidad de confiar dañada, y esto no les permite tener relaciones sociales profundas.
Frecuentemente en nuestro día a día nos sentimos invadidos por el estrés y esto nos hace ser desconfiados.
Es en esos momentos cuando ponemos en tela de juicio el amor de nuestros amigos o familiares y nos llenamos de pensamientos negativos que algunas veces nos hacen cuestionar si somos merecedores de ese amor o no.
En el caso contrario, si los padres no son afectivos, son inconsistentes o no cumplen sus promesas generara desconfianza en los niños y por tanto una personalidad desconfiada.
Otros factores en los padres que generan desconfianza en los niños son: hablar con dobles mensajes, ser deshonestos o que las palabras de los no coincidan con los actos.
En los casos más graves, como abusos sexuales o abusos físicos, la capacidad de los niños para poder juzgar bien o confiar en los demás será severamente dañada y por lo tanto tendrán dificultades para confiar durante su vida adulta.

Jesús Salinas
2025-10-07 17:44:21
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La desconfianza, a veces, se siente como un muro que impide el acceso a las personas a quienes queremos, que permanecen ocultas, en una fortaleza de hielo. La desconfianza genera, así, dos modelos de respuesta muy diferentes entre sí, que pueden aparecer de manera secuencial o simultánea, pero que, sea como sea, suelen provocar consecuencias catastróficas. Cuando las personas tratan ansiosamente de mantener consigo a la persona que desconfía, suelen empeorar las cosas, porque la persona que desconfía no puede —en su desconfianza— conectar con la persona que trata de retenerle junto a ella, siendo lo habitual que huya en un intento de preservar la autonomía que siente amenazada. Pero, cuando las personas se alejan de las personas que desconfían de ellas, también suelen empeorar las cosas, porque, al alejarse, ratifican con su aparente rechazo la desconfianza que sus seres queridos ya sentían. Como norma general, la desconfianza es una forma hostil de afirmar la propia autonomía. La desconfianza se sienta como un pulso, una tensión o literalmente una ruptura, hay algo de bonito en todo esto. Me refiero al hecho de que se desconfía, sobre todo, de las personas en quienes se confía, a saber, de las que nos debemos diferenciar porque han sido nuestro lugar seguro.

Ángeles Berríos
2025-10-07 14:51:33
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La desconfianza se gesta en la infancia. Los problemas de confianza suelen comenzar en la infancia y tiene que ver con la conducta que los progenitores tienen hacia sus hijos. Los adultos que pasaron su infancia en una familia narcisista suelen desarrollar una extraordinaria dificultad para confiar en sí mismos y en los demás. En las familias narcisistas, las respuestas que el sistema parental ofrece a las necesidades infantiles de tipo emocional o conductual suelen ser en su mayoría ignorarlas o incluso mostrar desprecio. El niño aprende que no hay una relación directa entre sus acciones y las reacciones de los adultos que recibe. La desconfianza en los demás, además de ser fruto del rencor acumulado en otras etapas, se trata de un aprendizaje realizado desde la experiencia en la infancia que les hace dudar constantemente de los actos y la fidelidad de los demás. Consecuencias en la edad adulta.