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¿Qué habilidades emocionales se desarrollan en el juego?

Alexandra Alonso
Alexandra Alonso
2025-10-19 06:55:24
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La adquisición de las habilidades para lograr una autorregulación emocional requiere atravesar emociones que se ven influenciadas y reguladas por otros sistemas del funcionamiento humano, como lo son nuestras características biológicas, ambientales, culturales y socioeconómicas. La experiencia de intervención en infancia nos entrega el respaldo de que el juego, es un campo orgánico y natural donde los niños y niñas se desenvuelven con todo su potencial, fluyendo en su desarrollo y absorbiendo los aprendizajes experimentados. Si una dinámica lúdica, o un juego, les entrega la oportunidad de sentir alegría, asombro, calma, ansiedad, diversión o frustración, todas esas emociones son procesadas en un contexto que permite responder desde el ensayo y error, en un contexto seguro y espontáneo para ellos. Aquel espacio de juego se convierte en pista de probar lo aprendido, de regular emociones nuevas y de observar las emociones de los otros. Y no solo al juego entre pares, sino que es de vital importancia la vinculación de los niños y niñas, con sus padres y figuras de cuidado directo, ya que serán las figuras de apego que irán potenciando aquellos aprendizajes y guiando en la forma de conectar con sus emociones y como regularlas. La regulación emocional es un aspecto crucial para el desarrollo integral, donde el juego emerge como una herramienta para este proceso. A través de experiencias lúdicas, permitimos que la exploración, desarrollo de habilidades, comprensión y gestión de las emociones, sea de forma saludable. La autorregulación emocional sienta las bases para un crecimiento emocional resiliente y equilibrado a lo largo de la vida.
Elena Lorente
Elena Lorente
2025-10-19 06:53:37
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El juego permite a los niños aprender a poner nombre a lo que sienten, a ver como se manifiestan las emociones en el cuerpo y a ayudarles a entender que cada situación a cada niño o niña le hace sentir de una manera diferente. También nos puede dar pie a darles estrategias de autoregulacion y autocontrol. El objetivo general de estos juegos es que los pequeños aprendan a poner nombre a lo que sienten. A través del cuento y las ilustraciones pueden identificar y nombrar emociones, tanto propias como ajenas. Los cuentos desarrollan la sensibilidad del niño para ponerse en la piel del otro. El juego “Yo descubro las emociones” del “monstruo de colores” recoge algunas de las propuestas para desarrollar la inteligencia emocional. El juego “Te lo digo con la cara” permite observar como una misma situación le provoca diferentes emociones a cada uno. Los juegos como el Bingo de emociones y la rueda de las emociones ayudan a los niños a aprender a expresar y reconocer emociones. La mímica de emociones es otra actividad que fomenta la expresión y el reconocimiento de emociones en los niños.
Ángela Villareal
Ángela Villareal
2025-10-19 06:16:09
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La educación emocional constituye un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende desarrollar el conocimiento sobre las propias emociones y las de los demás, con objeto de capacitar al individuo para adoptar comportamientos que tengan presente los principios de prevención y desarrollo humano. Para el desarrollo de la educación emocional en el área de EF se deberían tener en cuenta, como señalan Lagardera y Lavega cinco competencias emocionales, que serían: Conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, relaciones interpersonales y habilidades de vida. A través de los juegos deportivos se pueden educar las cinco competencias. La conciencia emocional es la primera fase correspondiente a aprender a reconocer las emociones que se sienten en cada juego deportivo. Posteriormente una vez reconocidas las emociones se puede incidir en su regulación, lo que indudablemente comporta importantes beneficios: favorece la autogestión personal, beneficia la autoestima, aumenta la responsabilidad, activa una actitud positiva y crítica ante la vida, contribuye a la mejora de las relaciones interpersonales y del bienestar personal, lo que no es nada baladí. El juego, en tanto que es manifestación inductora de emociones puede ser un contenido ideal para que el profesorado de EF pueda activar programas de educación emocional y de bienestar social. Diversos estudios en el ámbito educativo constatan que las personas que actúan con inteligencia emocional también disfrutan de mayor bienestar emocional.