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¿Cómo trabajar la conducta desafiante en niños?

Naiara Cuevas
Naiara Cuevas
2025-10-22 05:18:55
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Es fundamental aprender y conocer algunas estrategias prácticas que ayuden a los padres y cuidadores a manejar este desafío de los niños de manera constructiva, fomentando habilidades de afrontamiento positivas. El primer paso para abordar el comportamiento desafiante es comprender las causas existentes. Es importante establecer expectativas claras y consistentes en cuanto al comportamiento adecuado. Mantener la coherencia en la aplicación de reglas y consecuencias es fundamental para ayudar a los niños a entender las expectativas y desarrollar un sentido de responsabilidad. La comunicación abierta y honesta es fundamental para abordar el comportamiento desafiante. En lugar de simplemente castigar el comportamiento desafiante, es importante enseñar a los niños habilidades de afrontamiento positivas. Fomentar actividades que promuevan la autoestima y la resiliencia, como el ejercicio físico, el arte o la música, también puede ser beneficioso. Los adultos actúan como modelos para el comportamiento de los niños, por lo que es crucial modelar comportamientos positivos en todo momento. Se sabe que para los padres, enfrentarse a estas conductas es todo un desafío, pero con paciencia, comprensión y estrategias efectivas, es posible manejarlo de manera constructiva.
Olga Roca
Olga Roca
2025-10-22 01:29:43
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Si tenemos un alumno con una actitud desafiante en el aula, lo recomendable es evitar la confrontación. Intentar imponernos o convencerle será poco eficaz. Lo aconsejable es mantener la calma y si la situación no comporta ningún peligro para él o para los demás, no prestar demasiada atención en ese momento. Si la situación puede ser peligrosa, lo indicado sería retirar al alumno a un ambiente más relajado durante un espacio corto de tiempo. Una vez haya pasado el momento álgido y en privado, intentaremos hablar de lo ocurrido para poder valorar la situación. La detección precoz es fundamental, no debemos quedarnos en la etiqueta de “niño/a difícil” o “problemático”. Poner en conocimiento esta situación en las reuniones de profesores y al equipo psicopedagógico del centro es el primer paso. Un profesor solo no puede hacer frente a esta problemática, aunque sí será imprescindible su intervención para ayudarle a acabar con este tipo de comportamientos. Su actuación en el aula, dentro de un marco psicoterapéutico con la implicación de profesionales especializados en problemas de conducta, será un complemento clave.