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¿Qué pasa con los niños en un divorcio?

Samuel Collado
Samuel Collado
2025-10-23 11:13:18
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Los niños y niñas tienen derecho a ser oídos en todos aquellos procedimientos en los que se puedan ver afectados o en los que se vaya a producir una decisión que incida en su situación personal, familiar o social. En cualquier caso, las opiniones manifestadas por los niños y niñas serán tenidas en cuenta considerando su edad y madurez. Este derecho se aplica también en el caso de procesos de separación y divorcio, cuando no haya acuerdo entre las partes. De este modo, los niños y niñas serán oídos si el juez entiende que es necesario para poder tomar la decisión más adecuada. En el caso de que tengan 12 años o más, el juez está obligado a escucharlos. Mediante esta actuación, el juez escucha la opinión del menor sobre las medidas que le van a afectar y sobre las que el juez va a tener que decidir. Cuando los niños involucrados tienen menos edad, sigue siendo normal que se consideren las preferencias que el niño o niña haya manifestado, especialmente para conocer qué tipo de relación tiene con uno y otro progenitor. La declaración del menor no será la única prueba a la que atenderá el juzgador para tomar este tipo de decisiones. A ella deben sumársele informes de expertos, las declaraciones de los padres o de testigos, etcétera.
Naiara Baca
Naiara Baca
2025-10-23 11:07:51
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Los niños pueden sentir una gran pérdida, así como ansiedad, ira y tristeza porque el mundo, como lo conocen, ha cambiado significativamente. Los niños sienten temor a ser abandonados o a perder el amor de los padres. Los niños se sienten culpables porque creen que fueron de alguna forma los causantes del divorcio. También pueden sentirse rechazados si los padres los ignoran o los visitan esporádicamente y de manera impredecible. Los niños se adaptan mejor cuando los padres cooperan el uno con el otro y se concentran en las necesidades del niño. El divorcio o la separación de los padres es un evento difícil para los niños. A los niños de más edad y a los adolescentes se les debe dar mayor participación en los acuerdos sobre su residencia. Los niños necesitan poder expresar sus sentimientos a un adulto que los escuche con atención. Niños de 2 a 5 años de edad: pueden tener dificultades para conciliar el sueño, rabietas y ansiedad por separación. El proceso de entrenamiento de los esfínteres suele deteriorarse. Los niños se sienten desleales con uno de los progenitores al aceptar a la nueva pareja del otro progenitor.