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¿Cuáles son 20 consejos para cuidar el cerebro?

Martina Viera
Martina Viera
2025-07-05 04:58:33
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Sé una persona activa: evitar la pasividad y realizar actividades que nos hagan sentirnos útiles y que formamos parte de la sociedad. Cuidar la alimentación comiendo sano y procurar dormir de 6 a 8 horas diarias, a fin de sentirse bien descansados y ayudar al cerebro a un mejor funcionamiento. Relacionarse con las personas es crucial, nos “obliga” a mantenernos activos, a utilizar el lenguaje y a poner en marcha nuestra cabeza. Oxigenarse correctamente y practicar relajación a través de la respiración. Nunca dejar de aprender cosas nuevas: mostrar inquietudes y ganas de aprender, de dejarse impresionar por los conocimientos. Nunca perder la curiosidad de saber más. Sé independiente. No dejes que los demás te ayuden en todo. Los juegos de palabras: Actualmente hay muchos juegos que ayudan a la práctica del lenguaje de manera que ayudan a que no se nos olviden las palabras. Además de los juegos de palabra, los juegos de mesa también ayudan a estimular la mente. Ríe. Nunca dejes de sonreír ya que la risa aleja el estrés que, en muchas ocasiones, es el culpable de los problemas de memoria. Nunca dejes de contar las batallitas: cuenta todos tus recuerdos a hijos, nietos, vecinos… y si ya no quieren escucharlos más prueba a llevar un diario o unas memorias en las que plasmar todos tus recuerdos día a día. Introduce novedades en tu día a día para evitar caer en la monotonía. Estimula todos los sentidos, oliendo flores, escuchando música clásica, viendo preciosas obras de arte…. Dejar volar la imaginación. Esto es muy útil y muy fácil de hacer. Imaginar el final de una película o de un libro que se está leyendo, ponerle cara a las personas mientras surgen en las conversaciones… Leer es tremendamente útil, ya que una de los beneficios de la lectura es que ayuda con los problemas de memoria estimulándola. Observa tu alrededor y enumera todo lo que ves por las calles. Realizar ejercicio físico. Escuchar la radio y mira programas culturales en la televisión. Explicar tus conocimientos a los más pequeños que te rodean. Mantener nuestro entorno ordenado. Mira fotos y vídeos antiguos. Escribir cartas, recetas o cualquier otra cosa que nos interese.
Carlos Llamas
Carlos Llamas
2025-07-05 04:22:01
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Son múltiples los factores que nos ayudan a tener una buena salud y casi todos conocemos varios hábitos que se suelen recomendar para tener una vida más saludable. Hábitos que favorecen la salud cerebral – Zonas verdes. Es importante rodearse de espacios en los que disfrutar de la naturaleza. El cerebro consume un 20 por ciento del oxígeno del cuerpo y gracias a ello nos brinda energía y habilidades cognitivas. El ejercicio aeróbico ayuda a la generación de neuronas. La deshidratación es uno de los factores que afecta directamente a la salud cerebral. Lo que importa es la dieta en su conjunto. La clave de esta alimentación saludable, como siempre reside en nuestra variada y reconocida dieta mediterránea. Expertos de la Universidad de Chicago, en los Estados Unidos, quienes demostraron que tener amigos modifica el funcionamiento del cerebro, sobre todo en la zona asociada a las recompensas. Mientras que el ejercicio favorece el incremento de neuronas, el estrés lo disminuye. El tabaco principalmente a nivel pulmonar y el alcohol afecta sobre todo al sistema digestivo. La falta de sueño disminuye la creatividad y la capacidad de controlar las emociones. De forma orientativa, las horas de sueño recomendadas son 8 horas si tienes de 20 a 50 años y 6 horas para las personas que tienen más de 50. Por último, como expertos en neurorrehabilitación, te recomendamos un estilo de vida en el que huyas del sedentarismo, fomentes las actividades que requieran un entrenamiento mental y busques cosas nuevas que impliquen una novedad y desafío intelectual.
Antonio Palacios
Antonio Palacios
2025-07-05 03:42:46
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Beber agua todo el día. La hidratación es la clave para la vitalidad y la salud. Ayuda a promover la digestión, mejorar la energía y mantener la piel limpia, entre otros beneficios. Empieza tu día con verduras. Desayuna un batido verde o prueba un desayuno de buena mañana lleno de verduras. Medita. Intenta agregar una práctica de meditación en tu día, o simplemente siéntate y concéntrate en la respiración durante al menos 1 a 5 minutos o preferiblemente de 15 a 20 minutos. Relájate. ¡Es hora de ponerse cómodo! Ver tu película favorita o hacerse un tratamiento relajante. Bebe una taza de té. Los tés están llenos de antioxidantes y son muy sanos. Puedes probar la menta o la vainilla. Usa afirmaciones. Escribe algunas afirmaciones en una nota adhesiva y ponlas en la nevera, el espejo del baño o en cualquier lugar donde las veas con frecuencia. Merienda nueces. Te satisfarán y te proporcionarán poder mental. Las nueces son un alimento prehistórico y contienen ácidos grasos omega-3 que generalmente se encuentran en fuentes de pescado como el salmón. Ayudan a estimular el cerebro y el sistema nervioso, además de que son buenas para la salud del corazón y el intestino. Lee lo que te inspira. Elige algunos artículos de blogs y sitios web que te resulten inspiradores y léelos durante todo el día. Mastica bien. Masticar es esencial para una digestión óptima. Intenta masticar cada bocado 30 veces como objetivo. Come en paz. Disfruta en un lugar tranquilo mientras comes cada día; relájate física y mentalmente. Haz un esfuerzo para hacerlo todos los días, o todos los días que puedas. Sueña en grande. Haz una lista de tus tres grandes metas y tres pequeñas metas, en este momento. ¿Te sientes creativo? ¡Haz un panel de visión! Usa revistas o Internet para hacer un collage de imágenes que te recuerden tus metas y sueños más importantes. Mira este panel todos los días. Visualiza estos objetivos sucediendo. Es una técnica que ha demostrado ser muy poderosa. Enciende un poco de incienso. Toma un zumo fresco. Prueba uno refrescante con zanahoria, remolacha, apio, jengibre y limón. Es súper delicioso y contiene toneladas de vitaminas y minerales. Báñate y mímate. ¡Usa todas las herramientas que tengas! Aromaterapia, burbujas de baño, sales de baño y velas. Disfruta de hacer ejercicio. Conéctate con la naturaleza caminando descalzo por el césped o la playa, haz algo de yoga o simplemente estira las piernas. Las endorfinas emergerán y elevarán tu ánimo y tu sistema inmunológico más alto. Haz una siesta. Y no te sientas culpable por ello. Cocina para ti mismo. Intente hacer una receta nueva y saludable que hayas querido probar. Ríe. Llama a tu mejor amigo o mira un programa de televisión divertido. Reír es bueno para el alma y realmente te pondrá de buen humor. Usa lavanda. Pon un poco de aceite de lavanda en tus sienes para una sensación muy relajante. Es seguro que te calmará y huele fantástico.
Inés Valdivia
Inés Valdivia
2025-07-05 03:24:28
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Evitar el consumo de sustancias tóxicas como bebidas alcohólicas, tabaco o drogas, ya que afectan la estructura y el funcionamiento cerebral. Comer saludablemente. Evitar el consumo de grasas saturadas, comida chatarra y alimentos ultraprocesados. Comer frutas, verduras, legumbres y frutos secos, idealmente tener una dieta mediterránea. Además, evitar comer antes de ir a dormir. Cuidar la cabeza de los golpes. Sabemos que los traumatismos repetidos en el cerebro aumentan el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer. Cuidar el sueño. Procura tener un buen descanso, es fundamental para el buen funcionamiento cerebral. El cerebro hace orden y recupera energía durante el sueño, siendo necesario en promedio, 7 a 8 horas. Si hay apneas por ronquidos, hay que tratarlas para oxigenar adecuadamente el cerebro. Hacer actividad física regularmente. Esto permite liberar sustancias químicas que favorecen el funcionamiento cerebral y enlentecen su envejecimiento. Tres veces a la semana por 45 minutos de actividad moderada. Mantener una vida social activa. La interacción enriquece mucho, permite desarrollar la empatía, la tolerancia, la escucha activa y, en definitiva, nos permite crear redes de apoyo. Estar mentalmente activo. Lo que no se usa se atrofia, y como sí el cerebro fuese un músculo, también necesita mantenerse en actividad. Desafiarse constantemente y aprender cosas nuevas es la mejor forma de mejorar nuestra reserva cognitiva. Manejar el estrés y la depresión. Impone pensamientos positivos, aprende a relajarte, a sonreír más y a no tomarte todo de manera tan grave, ya que estos son factores importantes para el buen funcionamiento cerebral. Procura tener momentos de felicidad, esto ayuda mucho al cerebro que vive en permanente tensión. Si hay enfermedades crónicas, tenerlas controladas. Condiciones como la hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, carencias vitamínicas o problemas a la glándula tiroides, afectan de distintas maneras a corto y largo plazo al funcionamiento cerebral. Si hay limitaciones sensoriales hay que corregirlas. Cataratas, presbicia, pérdida de la audición, privan de estímulos visuales y auditivos que limitan la capacidad de disfrutar del entorno y de interactuar con las personas, llevando al aislamiento y la desconexión. Estas medidas, ayudan a reducir tanto el riesgo de demencia como de accidente vascular cerebral, las principales causas de daño neurológico en los adultos. Una vida sana permite tener un cerebro sano.
Alicia Pulido
Alicia Pulido
2025-07-05 02:57:32
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No sufras innecesariamente. No te oxides. La vida es como es. Descansa bien, e intenta dormir siesta. Infórmate sobre cómo respiras durante el sueño. Muévete, camina. Haz ejercicio aeróbico moderado y sin pasarte. Haz bien la compra. Come lo necesario. Bebe agua con frecuencia y sigue una dieta baja en sal, baja en grasas saturadas, con poca carne y rica en cereales integrales, frutos secos, vegetales, verduras, pescado y aceite de oliva. Intenta no consumir bollería industrial, ni productos procesados. Evita las relaciones tóxicas. No fumes Modera la ingesta de alcohol. Como mucho 1 cerveza/vino tinto al día. No te drogues. Vigila tu tensión arterial y tu corazón, que no palpite más de la cuenta. Cuidado con tu migraña, especialmente si tienes tendencia a hacer coágulos, tomas tratamiento anticonceptivo o fumas. Intenta evitar el uso de anticonceptivos hormonales, sobre todo si fumas, sufres predisposición a la coagulación de tu sangre o has tenido abortos espontáneos. Ojo con las infecciones crónicas. Lleva una adecuada salud dental, vacúnate de la gripe si tienes factores de riesgo. Si un familiar directo ha sufrido un ictus antes de los 65 años, revísate. Si sufres un déficit brusco de alguna función cerebral, acude cuanto antes a un centro hospitalario dotado con Código Ictus. Si los síntomas son crónicos, informa a tu neurólogo de confianza.
Manuel Delao
Manuel Delao
2025-07-05 02:30:00
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El sueño. El afecto, el estado de ánimo y la salud mental. La alimentación, la dieta y los suplementos. El ejercicio físico. Las relaciones sociales y de apoyo. Evitar los traumatismos. La tensión arterial. Los factores de riesgo genético y metabólico. El acceso y la adhesión a tratamientos. Las infecciones. Las exposiciones a agentes dañinos. Los determinantes estructurales y sociales de salud. Dudas acerca de la cantidad de sueño que estamos durmiendo y sobre cómo descansar mejor. Cualquier preocupación acerca de nuestro estado de ánimo, nuestro nivel de ansiedad o el estrés al que podemos estar sometidos. Cualquier duda acerca de una alimentación más saludable o acerca del uso de suplementos. Formas de incorporar más ejercicio físico en nuestra vida diaria. Preocupaciones acerca de nuestro contacto habitual con amigos cercanos o familiares, así como acerca de sentimientos de soledad o de falta de apoyo. Medidas de seguridad como el uso de cascos, cinturones de seguridad, etc. al realizar actividades de riesgo. Cualquier cuestión acerca de historial de hipertensión o la posibilidad de padecer la condición. Dudas acerca de antecedentes familiares, problemas de colesterol, glucosa en sangre demasiado elevada... Cualquier duda o problema con el coste de las medicinas que se nos recetan. Averiguar si estamos al día con las vacunas y cualquier duda acerca de las mismas. Cuestiones acerca de exposiciones potenciales al humo del tabaco, a productos químicos en el trabajo, sobre el consumo de alcohol, sobre nuestra exposición a la contaminación... Problemas que podamos tener para acceder a una vivienda, a transporte, acceso a la atención médica, problemas sociales que involucren estar expuestos a violencia física o emocional... Hay que destacar que todos estos factores y su influencia en la salud cerebral (y, más específicamente, en el riesgo de condiciones tales como las neurodegenerativas o el deterioro cognitivo) no son precisamente descubrimientos nuevos. La moraleja, más bien, es recordar que existen muchas áreas de oportunidad en nuestro día a día que pueden tener un impacto vital en nuestra salud, y que prestar atención a estos aspectos puede alterar de manera radical la manera en la que nos sentimos y el modo en el que envejecemos. Hay muchos aspectos de nuestra salud, máxime en cuestiones tan complejas como es el riesgo de desórdenes neurodegenerativos, que quedan fuera de nuestro control. Con todo, ello no debe disuadirnos de perseguir un estilo de vida saludable, que va a ser una de las grandes claves para sentirnos bien todo el tiempo posible.