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¿Qué ejercicios puedo hacer para mejorar mi bienestar emocional?

Aaron Curiel
Aaron Curiel
2025-07-17 21:58:57
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Incorporar ejercicios específicos en nuestra rutina diaria puede ser una estrategia efectiva para combatir el estrés y promover una sensación general de bienestar. Desde actividades aeróbicas, como caminar al aire libre o bailar hasta técnicas de mindfulness y respiración consciente, hay una variedad de actividades físicas que pueden ayudarte a relajarte, mantener un equilibrio saludable y reducir el estrés. Mindfulness durante el movimiento Caminar con atención plena: focalízate en las sensaciones de caminar, como el contacto de los pies con el suelo y la respiración. Meditación en movimiento: integra la meditación con actividades físicas, prestando atención a cada movimiento y respiración. Durante el ejercicio, concéntrate completamente en las sensaciones de tu cuerpo. Presta atención a la respiración, al movimiento de los músculos y a cualquier sensación de tensión o relajación. Respiración Consciente Respiración profunda mientras caminas: presta atención al ritmo de la respiración mientras caminas. Tomar breves descansos para hacer respiraciones profundas durante cualquier actividad diaria. Hacer una actividad que te guste, que focalice, que te aparte durante unos minutos de lo que haces para otros y te conecte con algo que haces para ti. Mantener un ritmo algo más bajo, pero seguir teniendo ritmo, cuando nos sintamos mejor después del ejercicio. Tener un momento de consciencia de ese bienestar para fortalecer la conexión deporte-bienestar en nuestro sistema nervioso. Socializar con gente que te hace bien. Una conversación ya está ayudando a que relativices los problemas y salgas de tu “bucle” de estrés. Mantener a raya la voz de autoengaño, que te tienta con el sofá, con aislarte… Reconócela desde lejos y no la dejes acampar en tu mente.
Rosa María Casares
Rosa María Casares
2025-07-08 12:46:50
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Apaga el piloto automático. No tienes que cambiar tu rutina si no es lo que quieres. Pero sí que puedes llevarla a cabo de una manera más consciente, y de esta forma invertir en tu bienestar emocional. Eso significa que, aunque tengas programado determinados asuntos pendientes, puedes hacerlos igual, pero poniendo en práctica ejercicios de mindfulness, o, dicho de otra forma, estando presente en lo que haces. Por ejemplo, si tienes que enviar un email, aprovecha esa oportunidad para sentir como tus dedos teclean en el ordenador. Si tienes que hablar por teléfono, aprovecha para sentir la temperatura del teléfono en contacto con tu oreja. Desayuno Consciente. Empieza el día pensando en ti y en mejorar tu bienestar. No empieces pensando en todas las cosas que tienes que hacer, y a todos los lugares a dónde tienes que ir. Practica el desayuno mindfulness. Permítete saborear tu desayuno, siente la taza de café o té en tus manos, chequea como has dormido, pregúntate si necesitas algo. Escáner corporal frecuente. A lo largo de tu día, centra tu atención en tu cuerpo. Simplemente, hazte esta pregunta: ¿Cómo esta mi cuerpo ahora? Desintoxícate de la tecnología. Invierte un poquito de ese tiempo, en ti. Por ejemplo, cuando estés comiendo, hablando con otra persona, no mires el móvil. La tecnología te quita mucha energía, energía que puedes invertir en ti. Valórate. Ponte una alarma a final del día, cuando suene recuerda porque hoy estas agradecid@. Camina sintiendo. A veces pensamos “cuando llegue a mi casa o al lugar donde he quedado, podré relajarme, podré descansar, podré estar tranquil@”. Recuerda que puedes relajarte mientras caminas, sintiendo los pasos que das. Escucha sin juzgar. Nuestras relaciones interpersonales son también un escenario perfecto para conectar con nosotros. La escucha en mindfulness es un acto de generosidad y respeto hacia la otra persona. Cuando escuches a alguien, intenta hacerlo sin juzgar.