:

¿Por qué nos relacionamos con otras personas?

Pablo Cano
Pablo Cano
2025-08-07 17:02:16
Count answers : 17
0
Una relación se basa en el vínculo que creamos con otra persona. La forma en la que interaccionamos con otras personas, y por tanto los vínculos que creamos con ellas en función de los sentimientos o emociones que sentimos hacia ellas y que ellas sienten hacia nosotros, viene dada por varios factores. Influye la cultura, las actividades sociales, la tecnología, los intereses, las emociones, los factores psicológicos, etc. Estas relaciones tienen su origen en la familia, en el colegio, en las empresas, en las actividades extraescolares y en las actividades sociales, etc. En cualquier lugar en el que coinciden dos o más personas que tienen una oportunidad para conocerse e interactuar entre sí. Desde el punto de vista de la psicología, ¿Qué oportunidades nos brindan las relaciones que establecemos con los demás? Por un lado, la oportunidad de conocerse mejor a uno mismo. Y por otro, la oportunidad de evolucionar. Las relaciones que mantenemos con otras personas tienen cierta influencia en cómo nos comportamos y en cómo es nuestra personalidad. Con cada una de las personas con las que interactúas tienes una relación distinta. Con cada una de ellas conectas, te comunicas y te influye de una forma diferente. El origen para mantener relaciones sanas está en uno mismo. Tener autoestima, sentirse bien con uno mismo es el primer paso para poder establecer vínculos con otras personas. Todo empieza en ti. Si quieres establecer relaciones sanas tienes que trabajar en ti mismo. Cuando consigues conocerte mejor, algo que no es fácil, consigues también conectar con las demás personas desde una perspectiva más saludable.
Carlos Abad
Carlos Abad
2025-08-07 14:38:07
Count answers : 18
0
El ser humano es un ser social por naturaleza, debido a esto, necesitamos estar rodeados de nuestros semejantes, y como decía Maslow, necesitamos sentirnos apreciados y valorados por nuestros iguales y por personas que sean significativas para nosotros. Las relaciones con los demás son fundamentales para formar nuestra autoestima. De esta manera, sabemos que las buenas relaciones sociales potencian nuestra autoestima y las personas con buena autoestima, crean, fomentan y se vinculan de manera sana y satisfactoria. Por ende, es fundamental la autoestima en las relaciones interpersonales. Cuando las relaciones interpersonales son respetuosas y satisfactorias generan un terreno común para disfrutar la experiencia de interactuar y compartir con otras personas. En la medida que una persona sea más hábil al construir y mantener relaciones interpersonales, anticipando y reconociendo las preferencias de la otra persona, apreciándolas y estando dispuesto a satisfacerlas en buena medida, las otras personas se sentirán más dispuestas a mantener esa relación. Es fundamental relacionarse, pero relaciónate bien, de esta manera, te sentirás mejor, tu autoestima se sentirá reforzada y en consecuencia, tendrás más ganas de seguir relacionándote más y mejor.
Ona Delvalle
Ona Delvalle
2025-08-07 14:05:32
Count answers : 17
0
Estilo asertivo. Lo apreciamos en las personas que son capaces de expresar sus opiniones, necesidades y derechos sin miedo a lo que otros puedan pensar, de forma firme pero amable, sin imponerse ni enfadarse, dejando también que los demás expresen sus opiniones, estén o no de acuerdo con ellas. Estas personas dicen lo que piensan de forma clara y respetuosa, tanto para expresar lo que les gusta como lo que les disgusta, dicen “no” cuando quieren negarse a una petición, piden favores y reconocen sus errores. Este estilo consigue mantener unas relaciones humanas satisfactorias. Distinguimos tres formas de relacionarnos con los demás: de manera pasiva, asertiva o agresiva. Cada uno de nosotros utiliza predominantemente una de las anteriores, aunque, en ocasiones, usamos también las otras dos. Estilo agresivo. Hacen gala de este estilo aquellas personas que anteponen sus intereses a todo. Lo más importante son ellos y lo que quieren, sus opiniones son la verdad, no ceden y actúan a costa de los demás, concretamente usando la descalificación, la manipulación, la ironía y las amenazas. Este estilo puede ayudar a conseguir objetivos pero su precio es alto: unas relaciones sociales de baja calidad. Estilo pasivo. Poseen este estilo las personas con miedo a lo que puedan pensar los demás de sus opiniones, intereses o gustos. Tienden a creer que carecen de valor y dejan en un segundo plano sus deseos y necesidades. No se expresan apenas, son discretos y evitan situaciones sociales o acuden pensando que serán torpes socialmente y los demás les juzgarán por ello. Son más de no hacer que de hacer: hablar poco, no decir “no”, no pedir favores, no defender su opinión. Este estilo tan servicial puede resultar atractivo para algunas personas, ya que “no molestan”, son “manejables”, pero alcanzan niveles poco profundos de confianza e intimidad en sus relaciones interpersonales. Si es la del medio, vas por el buen camino, sino, recuerda que siempre se puede aprender a ser más asertivo y, con ello, evitar el malestar emocional que conllevan los otros dos estilos, así como tener unas relaciones interpersonales más saludables.