¿Cuándo soy empático con mis compañeros?
Naia Balderas
2025-08-22 14:30:50
Count answers
: 14
A los empáticos nos encanta dar cariño y sentir aprecio en nuestras relaciones personales. Somos generosos con el afecto, lo ofrecemos a manos llenas y sin reservas. Crecemos dando amor abiertamente a otras personas e incluso nos parece egoísta emplear el tiempo, los recursos y la energía en dedicarnos lo mismo. Las personas altamente empáticas entendemos que las palabras tienen poder. Ponemos sumo cuidado en no herir a los demás o hacerlos sentir tristes y procuramos que nuestro trato hacia los otros sea con simpatía y cariño. Los empáticos siempre nos dirigirnos a otros con respeto y amabilidad, sean desconocidos o no, intentamos establecer una conexión interpersonal afable para que el otro se sienta cómodo y apreciado.
Si eres feliz, soy feliz. La felicidad del otro genera en los empáticos felicidad también. Las personas empáticas tienen una sensación de bienestar cuando dejan de notar las emociones negativas de otros. Si el otro es feliz, supone un descanso sensorial para el sistema sensible de los altamente empáticos. Sin embargo, un empático puede llevarlo al extremo cuando va en contra de sus propias necesidades y de sus principios, al esforzarse por complacer exclusivamente al otro, sin importarle su valor propio.
María Carmen Atencio
2025-08-10 07:43:21
Count answers
: 22
Cuando mencionamos la palabra EMPATÍA es “ponernos en el zapato del otro”. Se trata de entender los pensamientos y sentimientos de la otra persona y mirarlo desde la perspectiva de lo que le ha tocado vivir. Ser empático no significa que todos te tienen que caer bien o que tú le agrades a todos y, mucho menos, estar de acuerdo con aquello que dicen o sienten los demás. Simplemente es aceptar, comprender y respetar las diferencias sin juzgar. Para que puedas desarrollar o potenciar la empatía con las personas que te rodean, te sugiero que pongas en práctica las siguientes recomendaciones: Escuchar con la mente abierta y sin prejuicios. Enfocarse en comprender al otro en lugar de juzgarlo. No interrumpir mientras nos están hablando. Evitar dar consejos en lugar de intentar sentir lo que el otro siente. Tener buena predisposición para aceptar las diferencias que hay con los demás. Ser tolerantes y pacientes con los que nos rodean y con nosotros mismos. El regalo más preciado que podemos dar a otros es nuestra presencia. Cuando nuestra atención plena abraza a los que amamos, florecen como flores. Observar cómo la gente afronta las victorias, las derrotas y todo lo que hay en medio permite conocer sus mecanismos de afrontamiento, su resistencia y su capacidad para gestionar emociones fuertes, lo que brinda una poderosa oportunidad para la empatía y la comprensión. Del mismo modo que un jugador experto lee las sutiles señalesales de otros jugadores para calibrar sus emociones e intenciones, las personas pueden llegar a comprender mejor a los demás prestando especial atención a las expresiones faciales, el lenguaje corporal y el tono.
Guillem Barroso
2025-08-10 05:46:28
Count answers
: 24
Es ahí cuando empiezo a pensar en esa emoción que tanto intento trabajar con mi alumnado, con los profes a los que doy cursos de formación e incluso en mí misma: la empatía. Cuando una madre se pone a llorar contándome lo mal que lo ha pasado en el colegio al escuchar un comentario sobre su hija. Cuando un padre me explica con rabia lo mal que se sintió al ver cómo rechazaban a su hija en el parque. Cuando una hermana llora desconsoladamente porqué su hermano la ha avergonzado delante de sus amigas y su popularidad se cae en picado. Puedo intentar sentir empatía y apoyarles al máximo diciendo que puedo hacerme una idea de lo duro que debe de ser pasar por un momento así, al igual que tantos otros momentos por los que pasan estas personas y que soy consciente de ello por tantas veces que se ponen en contacto conmigo para algo así. Mientras tanto, intentemos siempre utilizar al máximo la sensibilidad y comentar a las familias que “cuando alguien juzgue su camino, que le presten sus zapatos”.