¿Qué estrategias se podrían trabajar para estimular el lenguaje?

Realizar una lista con actividades, objetos, situaciones, texturas que sean del agrado y desagrado de niños. Siempre utilizar actividades que capten la atención. No forzar a los niños para que realicen ejercicios que no son de su agrado, en estas situaciones cambiar las actividades, pero deben mantener los objetivos de las estrategias que se plantearon inicialmente. Las actividades deben notarse como un juego, antes que un proceso terapéutico. Escuchar música. Utilizar juguetes como: loro repetidor. Dibujar, pintar. Armar rompecabezas. Realizar preguntas directas como: ¿Dónde está la pelota?, ¿Dónde está papá? En láminas con imágenes, solicitar que señale o pronuncie el nombre de determinado dibujo. Ubicarse frente a un espejo y realizar muecas graciosas. Replicar movimientos de personajes que salgan en televisión. Actuar, tomando como base cuentos previamente leídos. Introducirnos en su juego, por ejemplo: si juega con muñecos, coger otro e interactuar. Jugar al trompo, a las canicas, tazos, bley bley. Utilizar juguetes de encajes con distintas formas, colores y tamaños. Mientras se realiza la lectura de un cuento, señalar y decir ¡mira!, acompañado de un gesto sobre el cuento y posterior realizar preguntas referentes a lo escuchado. Colocarse al frente de los niños y realizar diversas expresiones, siempre buscando que nos imite. Utilizar aplicaciones móviles como “charadas” que incentivan la mímica. Describir objetos solo con mímica. Presentarles olores y sabores que sean de su agrado, con la finalidad de obtener respuestas. Realizar vocalizaciones con variaciones de intensidad, entonación y ritmo. Exagerar la entonación en las distintas actividades que se realicen. Cantar. Realizar juegos de roles. Jugar a los mimos. Indicar las características de los objetos que están alrededor de niños. Hacerles partícipes en actividades cotidianas como: lavar el carro, limpiar la casa, cocinar, bañar a las mascotas; en todo momento indicar lo que se está realizando. Saltar la cuerda. Salir al parque y utilizar juegos como: columpios, resbaladeras, sube y baja. Correr por senderos y pistas destinadas a esta actividad. Jugar a las escondidas. Jugar en el agua. Jugar a los quemados, a las escondidas. Mientras se movilizan de un lugar a otro, señalar objetos o situaciones específicas. Realizar compras con toda la familia, para motivarles a que soliciten objetos según sus intereses. Jugar a los congelados. Realizar caminatas de obstáculos con dificultad creciente, en donde siempre exista primero una demostración de la actividad a realizar. Ir a salas de cine, de teatro y al llegar a casa imitar las cosas que más llamaron la atención. Mientras se camina por espacios abiertos reunir elementos con determinadas características. Realizar pesca deportiva. Realizar títeres. Ir al zoológico e imitar los sonidos de los animales. Caminar descalzos sobre piedras, agua, césped, tierra para expresar con distintas intensidades las sensaciones. Participar en actividades deportivas Jugar al teléfono descompuesto.

Clasifique imágenes y artículos en categorías. Desafíe a su hijo pidiéndole que señale el ítem que no pertenece a una categoría. Expanda el vocabulario y la longitud de las oraciones de su hijo leyéndole, cantándole y conversando acerca de lo que están haciendo y hacia dónde se dirigen, y diciendo versos infantiles. Lea libros con una trama simple. Hable sobre la línea argumental. Ayude a su hijo a volver a contar la historia o a representarla con utilería y disfraces. Cuéntele su parte favorita de la historia y pregúntele cuál es su parte favorita. Miren fotografías familiares y haga que su hijo explique qué sucede en cada una. Trabaje en las capacidades de comprensión haciéndole preguntas a su hijo sobre lo que se leyó. Deje que él trate de engañarlo con sus propias preguntas. Hable sobre lo que usted hace durante las actividades diarias, como cuando cocina (“Estoy cortando las verduras”). Hágale preguntas que requieran una elección. (“¿Quieres una manzana o una naranja?” “¿Quieres usar la camisa roja o la azul?”).

Ponernos cara a cara. Demostrarle que lo estamos escuchando. Fomentar la comunicación a partir de un reparto equilibrado de turnos. Saber esperar, hacer pausas. Usar un lenguaje claro. Hacer intervenciones cortas. Saber interpretar señales, signos manuales y gráficos, expresiones faciales. Animarlos al uso de gestos y signos para permitirles ser comunicadores eficaces hasta que su habla se pueda entender. Dar más relevancia a qué tienen para decir que a cómo lo dicen. Fomentar la imitación: que nos miren, que imiten, desde lo global motor hasta lo más fino (articulación implicada en el habla) Que respondan a su nombre Que digan “sí” y “no” (deben hacerse entender ya sea con gestos, cabeza o palabra) Sentarlos a la mesa tempranamente Hacerlos acceder a material gráfico visual desde pequeños Darles consignas simples permanentes: se fomenta la comprensión. Canciones. Expresiones faciales exageradas frente a distintas situaciones. Imitación de sus expresiones, gestos, señalamientos Modelado de señalamientos, promover imitación (aprender a elegir y señalar) Gestos sociales. Juego simbólico: Modelado e imitación, gestos. Consignas simples: “dame más juguetes para Luis”. Unidades de vocabulario pequeñas, de a poco crecientes (por categorías, por ej: juegos de té, animales, compras del supermercado). Material de cosas de la casa: agrupa por categorías, consignas, inferencias Utilizar variedad de palabras: sustantivos, verbos, adjetivos, pronombres. Utilizar material como: – Libros con imágenes sencillas – Fotos familiares – Juegos para seleccionar y nombrar imágenes. – Preguntas simples.

Utiliza soportes visuales Poner imágenes a las palabras permite al bebé asociar la significación de la palabra a su representación visual. Presenta figuritas explicándole cada una: Utiliza juegos sonoros Escuchar es indispensable para que el bebé aprenda a hablar. Puedes hacer un bingo sonoro por ejemplo, o hacerle escuchar el sonido de los animales y explicarle que: «el gato hace miau», y «el perro gua guau». Juega con juegos del lenguaje Para estar siempre interactuando con el bebé todos los juegos son buenos. Los juegos de manipulación pueden servir a la conversación y otros juegos reproducen los elementos del día a día, como las frutas o verduras que cortamos al preparar la cena. Cuenta una historia, lee libros Cuando cuentas una historia, el modo de hablar no es más el mismo. Es escuchándote en estos momentos que el bebé va a poder darse cuenta que existen varios tipos de palabra(voz), y adaptar su nivel de escucha. También déjalo explorar sus libros, amontonarlos, manipularlos, pasar las páginas, etc. Así es como se desarrollarán sus ganas de contar historias él también, relatando y describiendo los dibujos. Utiliza el refuerzo positivo Cuando hables al bebé, utiliza el principio de refuerzo positivo. Si el bebé dice mono en vez de moto, insiste cada vez que veréis una moto en la calle en pronunciar su nombre. Así el niño integrará de forma más fácil la sílaba, y reconocerá mucho mejor la representación visual de la palabra. Completa la palabra con gestos Con el fin de que el niño pueda imitar lo que desea expresar, utiliza un gesto liado que aprenderá a hacer. Por ejemplo, cuando es la hora de comer, y tiene hambre, expresar que tienes hambre con mimos indicando que vas a comer. Puedes utilizar la lengua de los signos por ejemplo para hacerte comprender por el bebé. Lo mismo, cuando el niño apunta con el dedo, nombra lo que está mostrándote. Comenta tus acciones Cuando estamos con un niño, es importante comentar lo que haces, explicarle lo que vais a hacer y así el niño puede asociar lo que dices con las acciones que vais a realizar juntos. En vez de insistir en que hable, le darás la motivación de expresarse cuando esté preparado. Describe las acciones Utiliza las palabras para describir las acciones y los sentimientos del niño. Esto le va a ayudar también a integrar un nuevo vocabulario. Por ejemplo cuando llora: «Estás llorando, pareces triste de ver que mamá va a irse» Habla con el bebé Cuando el bebé balbucea, imagina lo que te quiere decir y respóndele. Hazle preguntas abiertas que no tiene respuesta mala o buena. Es una manera de favorecer las interacciones y verás que rápidamente hay una conversación que se instala, un intercambio se crea, aunque no comprendas todo lo que es niño dice. Corrige sus primeras palabras Un niño aprende de ti. Cuando pronuncia mal, debes repetir la palabra correctamente, exagerando sílaba por sílaba y los sonidos más complicados. Aí le enseñas que has comprendido, sin ponerle una presión sobre él. Además, cuando el niño os escucha pronunciar las frases completas, aprende del ejemplo. Canta con el niño Es fácil para un niño aprender las palabras de una canción. Sea con canciones infantiles o canciones más largas, el niño aprenderá más fácilmente, gracias a las rimas, el número de letras del alfabeto, los colores o los números por ejemplo. Conecta las palabras orales y las escritas Cuando señalas con el dedo palabras en libros o en productos del día a día, com la caja de galletas, o la botella de frutas…, tu niño comienza a comprender cómo las palabras impresas/escritas están conectadas a las orales. Limita la televisión y las pantallas Delante de televisión o una pantalla, el niño está pasivo … Éstos hasta pueden engendrar dificultades del lenguaje. En la mayoría de los casos, son los intercambios y las interacciones con otros, particularmente los adultos, que permiten al niño desarrollar su lenguaje. Estimula al niño Cuando juegas con el bebé, háblale de lo que ve, de lo que toca. Cuando realiza un juego de encaje con animales, en vez de preguntarle » ¿Qué es eso?», puedes decirle: «oh, ¿qué es ese animal con manchas blancas y negras? ¿es una cebra?. Todo ello con el objetivo de desarrollar su vocabulario y de convertirlo en más preciso. Los pictogramas son muy útiles para los niños con discapacidad pero también para el resto de los niños, ya que pueden apoyarse en ellos para comprender mejor.