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¿Por qué mi hijo es tan inseguro?

Ángela Calvillo
Ángela Calvillo
2025-09-10 04:31:17
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Hoy en día, es cada vez más común escuchar que muchos niños se sienten inseguros o tienen problemas de autoestima. Las razones son multifactoriales, y tienen que ver con cómo vivimos, cómo criamos a los niños y cómo funciona el mundo que los rodea. Demasiada presión Hoy en día, a los niños se les pide mucho. Que saquen buenas notas, que sean buenos en deportes, que participen en mil actividades… Todo eso puede hacer que se sientan abrumados y que piensen que nunca son lo suficientemente buenos. Comparaciones constantes En la escuela, en actividades y hasta en casa, los niños suelen compararse con otros. Esto puede hacer que se sientan menos capaces o que crean que no encajan. Si los padres siempre resuelven los problemas de sus hijos, los niños no aprenden a manejar los fracasos o a resolver problemas por ellos solos, y eso puede hacerlos inseguros. La teoría del apego (Bowlby, 1988) destaca que los niños necesitan relaciones seguras para desarrollar una base emocional estable. Las redes sociales muestran una versión editada y «perfecta» de la vida de los demás, y eso puede hacer que los niños piensen que su vida no es suficiente. Muchos colegios ponen más importancia en las calificaciones que en enseñar habilidades emocionales. Con la tecnología, los niños pasan menos tiempo jugando y hablando en persona, lo que afecta sus habilidades sociales. Muchos niños tienen poco tiempo para jugar, explorar y ser creativos porque sus días están llenos de actividades. El acoso, niños con necesidades especiales, la pérdida de un ser querido o el abandono pueden impactar mucho en la autoestima de un niño. Para que los niños tengan una autoestima sana, necesitamos trabajar juntos como padres, maestros y sociedad. Crear un ambiente positivo: valora los esfuerzos de los niños, no solo los resultados. Hazles saber que son importantes por lo que son, no por lo que hacen. Enseñar a manejar emociones: ayuda a los niños a identificar cómo se sienten y a buscar soluciones cuando las cosas se ponen difíciles. Evitar presiones excesivas: ajusta las metas a las capacidades de cada niño y evita llenarlos de actividades sin descanso. Controlar el uso de redes sociales: supervisa qué ven los niños en internet y anímalos a tener tiempo de calidad fuera de las pantallas. Promover el juego y las relaciones: jugar y pasar tiempo con amigos y familia les da a los niños un sentido de pertenencia y mejora sus habilidades sociales. Incluir educación emocional en las escuelas: enseñarles a manejar sus emociones desde pequeños les da herramientas para enfrentar la vida con más seguridad. La autoestima no se construye sola. Requiere un esfuerzo constante de las familias, los maestros y la sociedad. Si les damos a los niños un entorno de apoyo y les enseñamos a enfrentar los problemas, podemos ayudarlos a convertirse en personas seguras y emocionalmente fuertes.