¿Cómo construir confianza con los amigos?

Si quieres construir grandes amistades, tienes que ganarte la confianza de la gente. La confianza es lo que marca la diferencia entre un conocido y un amigo. Hablas con conocidos, pero confías en tus amigos. Todo el mundo necesita una persona en su vida de la que pueda decir: “Esa persona es segura. Puedo compartir cualquier cosa con esa persona. No me van a mirar de reojo. No me van a rechazar. No me va a dejar. Va a estar ahí”. Necesitas una persona segura con la que puedas compartir todo: tus miedos, las peores cosas que sientes sobre ti mismo y tus dudas.

La confianza es la base de cualquier vínculo saludable. La seguridad y la fuerza vital que nos brinda son extraordinarias cuando la depositamos en alguien digno. La reciprocidad va de la mano de la confianza. No prometas nada para que confíen en ti y actúa para demostrar que eres digno de confianza. Procura no callar tu sentir y pensar con las personas de tu confianza. Que una persona de tu confianza se equivocara al resolver alguna de tus dudas no significa que en adelante debas mostrarte particularmente desconfiado con ella. Tener relaciones que nos sirvan de manera frecuente como fuente o recurso de consulta no las convierte en un oráculo de Delfos. Somos vulnerables al error, pero tenemos la capacidad de reconocerlo y, en la mayoría de los casos, rectificarlo. La confianza es crucial para tener vínculos concretos y seguros con los demás. La reciprocidad es un elemento esencial en cualquier relación de confianza.