¿Cómo controlar la ansiedad por un nuevo trabajo?

Reflexiona sobre el miedo ¿es real? Es normal sentir ansiedad y se tiene todo el derecho del mundo a sentirla. Sin embargo, si paramos a pensar en el origen y el razonamiento de nuestros miedos, analizando bien las consecuencias que nos han llevado a sentirlo, es probable que nos demos cuenta de que este se va desarticulando solo. Acepta lo que estás sintiendo, es normal. Cuando sentimos esa ansiedad podemos reconocer que la estamos sintiendo y realizar ejercicios de respiración o practicar meditación, para ayudar a calmar la ansiedad y a aliviar el miedo que nos inunda. Organiza y planifica tus primeros días. De esta forma, te sentirás más seguro sabiendo que no se te olvida nada. También es fundamental preguntar a tus nuevos jefes o compañeros todas aquellas cuestiones sobre las que tengas dudas. Contar con información nos genera certidumbre, lo que provocará cierta sensación de alivio que también ayudará a calmar la ansiedad. Crea una correcta gestión de tu tiempo. Contar con una planificación ayudará a saber cuánto tiempo nos puede llevar cada tarea, lo que nos ayudará a organizar las siguientes con menos estrés. Prioriza el orden de tus tareas. Realizar primeramente estas tareas nos dará sensación de seguridad, haciendo que poco a poco vayamos deshaciéndonos de la idea del síndrome de impostor. Esto se debe a que nos sentiremos capacitados y preparados para desempeñar nuestro puesto de trabajo, lo que hará que confiemos más en nosotros mismos y en nuestras capacidades de progreso.

Tómese un descanso. Si se está sintiendo estresado o enojado en el trabajo, tómese un descanso. Incluso un descanso breve puede ayudar a refrescar su mente. Dé una caminata breve o coma un refrigerio saludable. Si no puede abandonar su zona de trabajo, cierre los ojos por unos momentos y respire profundamente. Establezca metas razonables. No acepte más trabajo del que puede hacer razonablemente. Trabaje con su jefe y compañeros de trabajo para establecer expectativas que sean realistas. Administre su uso de tecnología. Los teléfonos celulares y el correo electrónico pueden hacer que sea difícil desconectarse del trabajo. Póngase ciertos límites, como apagar sus dispositivos durante la cena o luego de cierta hora de la noche. Organícese. Comience todos los días por crear una lista de pendientes. Califique estas tareas en orden de importancia y resuélvalas de arriba hacia abajo. Haga cosas que disfrute. Reserve un espacio en su semana para hacer cosas que disfruta, ya sea hacer ejercicio, practicar un pasatiempo o ver una película. Aproveche su tiempo libre. Vaya de vacaciones o tómese tiempo regularmente. Incluso alejarse durante un fin de semana largo puede ayudar a darle un poco de perspectiva. Hable con un asesor. Muchas compañías ofrecen programas de asistencia al empleado para ayudar con los problemas del trabajo. A través de un programa de este tipo, usted puede reunirse con un asesor que puede ayudarle a encontrar maneras de manejar su estrés. Aprenda otras maneras de manejar el estrés. Existen muchas otras formas de manejar el estrés, incluso hacer ejercicio regularmente y utilizar técnicas de relajación.

Si siente nervios o inquietud antes de empezar un nuevo trabajo, puede que te preocupe encajar con tus nuevos compañeros o si tu rendimiento será lo suficientemente bueno o tus habilidades serán suficientes. Recuerda que estos sentimientos son habituales, así que intenta no darles demasiado peso. Comprende que es natural sentirse nervioso/a el primer día. Recuerda que lo que sientes es temporal. Sentir nervios antes una nueva experiencia es natural y probablemente sólo dure uno o dos días. Concéntrate en lo que te hizo querer el trabajo en primer lugar: ¿Es el comienzo de un nuevo y emocionante capítulo en tu carrera? ¿Vas a tener la oportunidad de aprender cosas nuevas? ¿Vas a trabajar con gente que piensa como tú? Si te centras en los aspectos positivos, puede que te ayude a calmar tu miedo a lo desconocido y a recordar por qué estás allí. Si una voz en tu cabeza te dice «no eres lo bastante bueno», recuerda que eso no es cierto. Recuérdate a ti mismo que te mereces esta oportunidad y que la empresa te eligió por una razón. Tu nueva empresa te ha elegido entre muchos otros candidatos por tus aptitudes y experiencia. Cuando estás nervioso, es fácil perder esto de vista. Intenta dejar de preocuparte por si no eres tan bueno como en la entrevista. O que no seas tan capaz como tus nuevos compañeros. Recuerda la emoción de recibir la oferta de trabajo y utiliza ese sentimiento positivo para alimentar tu confianza. Preparar el primer día con antelación puede ayudar a reducir la incertidumbre. Investiga sobre tu nueva empresa y dedica tiempo a informarte sobre tu nuevo puesto. Intenta hacerte una idea del tipo de tareas que podrías realizar el primer día. También puedes tomar medidas adicionales, como elegir la ropa que vas a llevar. Probando la mejor ruta para tus desplazamientos te asegurarás de llegar a tiempo. Dedica el día anterior a hacer algo divertido que te haga sentir seguro y contento. La idea es distraer tu mente del comienzo de tu nuevo trabajo mañana. Como alternativa, el ejercicio puede ayudar a liberar endorfinas, que alivian el estrés y aumentan la felicidad. En definitiva, haz estas cosas y probablemente te sentirás mucho más tranquilo y preparado para afrontar cualquier reto que te plantee el primer día en tu nuevo trabajo. Es probable que tu jefe te dé mucha información importante el primer día. En lugar de preocuparte por recordarlo todo, toma notas que puedas consultar. Tener una libreta a mano te ayudará a mantenerte en el momento y evitará que te sientas abrumado. Puede utilizarla para anotar los datos de acceso, las contraseñas o las instrucciones. Es normal sentir ansiedad ante un nuevo trabajo. Pero si te sientes ansioso hasta el punto de que afecta a tu salud o empieza a agravarse, pide consejo a un profesional.