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¿Qué hay detrás del miedo al cambio?

Pablo Luis
Pablo Luis
2025-07-04 08:10:19
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El miedo al cambio es realmente un sentimiento adaptativo que nos avisa de que están ocurriendo cosas en nuestra realidad a las que nos tenemos que hacer frente. En realidad, el miedo al cambio es en el fondo un miedo a lo desconocido, a no saber cómo será mi mundo cuando se dé ese cambio. La incertidumbre que constantemente nos rodea y con la que nos relacionamos durante todo nuestro proceso vital. El cambio supone dolor, pero no tiene por qué ser malo. Si sentimos miedo anticipatorio al cambio es porque estamos viendo que se acerca el momento de tomar una decisión y, una vez está tomada, hay que afrontar la realidad y las consecuencias de esa decisión. Hay cambios que, si vienen condicionados por lo primero, es normal que los temamos. Incluso que no queramos llevarlos a cabo. Temer lo impuesto y no deseado es una buena señal. Pero los cambios nos afectan un poco menos si sentimos que tenemos alguna parte de responsabilidad de ellos.
Paola Casanova
Paola Casanova
2025-07-04 07:52:56
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El miedo es uno de los principales enemigos de la felicidad porque, por miedo a lo desconocido, a no tener el control, al final terminamos viviendo una vida que no es como realmente queremos. Uno de los principales motivos por los que tenemos miedo al cambio es el pánico que sentimos a equivocarnos. Tengamos en cuenta que, dentro de nuestra zona de confort, controlamos y dominamos nuestra situación y, por tanto, es complicado que nos equivoquemos. Se trata de uno de los principales motivos por los que las personas presentan miedo al cambio. En la actualidad, vivimos en una realidad que controlamos, nos resulta cómoda y es sencilla de gestionar. Es decir, lo que comúnmente denominamos la “zona de confort”, es decir se trata de una situación en la que estamos en equilibrio y cómodos. Se trata de otro motivo muy habitual por el que solemos sentir miedo al cambio. En general, todo aquello que nos resulta desconocido nos suele causar inseguridad y temor. Cuando nos encontramos ante una situación desconocida transitamos por un sendero sobre el que no tenemos control y además, no sabemos qué nos deparará. El proceso de cambio va acompañado de un duelo por lo que dejamos atrás, y ahí es donde va a surgir una resistencia que nos empuja con más fuerza. Es decir, “quiero cambiar pero a la vez no quiero cambiar ya que no quiero dejar aquello que ya conozco). El beneficio secundario de no cambiar. Muchas personas no se involucran en procesos de cambios ya que huyen de situaciones desagradables. Por ejemplo, puede ocurrir que una manera de actuar nos genera malestar pero al mismo tiempo nos provoca un beneficio del que generalmente no somos consciente como podría ser: protegernos de los demás, evitar el fracaso, conseguir atención de nuestros allegados, comodidad, etc.