:

¿Qué puedo hacer para no perder la paciencia con mi hijo?

Eva Castaño
Eva Castaño
2025-08-19 07:14:22
Count answers : 21
0
Toma un tiempo fuera, igual que a los niños les mandamos a pensar, aléjate tu también del foco del problema para poder tranquilizarte y evitar estallar. Vete, cuenta diez, ponte una canción que te guste, respira hondo... Y, cuando ya estés calmada, vuelve al foco del problema para poner orden. Nunca lo intentes durante un momento de ira o gran enfado. Desdramatiza todo, en ocasiones los padres nos tomamos demasiado en serio las cosas y queremos controlar hasta el detalle más mínimo. Emplea siempre la empatía, la empatía te ayudará a ponerte en el lugar de tu hijo, a recordar lo divertido que era hacer cosas que prohibían los mayores o lo importante que te parecía esa discusión con tu hermano. No negocies o discutas en un momento de rabia, si tus hijos se están pegando o si han pintado la pared de la habitación con rotuladores, manda a cada uno a una habitación diferente sin mediar palabra. Realiza actividades antiestrés, los hijos son, en ocasiones, víctimas de nuestros agobios y problemas. Estar felices, sentirnos a gusto y ser positivos nos ayudará a tener a la paciencia como aliado. Rodéate de gente que te transmita cosas buenas, haz ejercicio físico y guarda un espacio de tiempo antiestrés, por pequeño que sea para ti. Si, durante el tiempo que estás en casa, evitas usar el teléfono móvil, desconectas del trabajo y te centras en lo que tienes que hacer notarás que tu nivel de estrés empieza a bajar. Y cuando el estrés disminuye, comienzas a conectar con los pequeños detalles del día a día. Además, si reservas un espacio para hacer actividades con tus hijos que no estén sujetas a la presión del tiempo ni a normas estrictas, por ejemplo, ir al parque, cocinar juntos o jugar libremente, descubrirás cómo esa conexión con ellos empieza a crecer. Y es precisamente esa conexión la que elimina el estrés, la ansiedad y nos ayuda a ganar paciencia, convirtiéndose en nuestra mejor aliada.
Víctor Gonzáles
Víctor Gonzáles
2025-08-19 05:35:26
Count answers : 14
0
Ser paciente con uno mismo es lo primero que uno debe hacer. Aprender a no ponerse metas demasiado altas ni pretender cumplir con todo lo que ya está apuntado en la lista de cosas que hacer. Cuenta hasta 10, puede parecer una tontería pero esto funciona de verdad. Si sientes que estás al borde de perder los nervios, para lo que estás haciendo y cuenta hasta diez y respira profundo, despacio. Identificar tus puntos débiles es una buena idea, hacer recuento de las veces que has perdido los nervios y por qué, seguramente encuentres un patrón que has de cambiar. Si sueles perder los nervios a la hora de la cena o el baño, por ejemplo, prepárate mentalmente para ello y proponte un nuevo plan de acción. Recuerda que los niños aprenden imitando, y si nosotros somos el espejo en el que se miran, debemos tener cuidado con nuestra forma de reaccionar, incluso cuando estamos agotados. La próxima vez que estés a punto de perder la paciencia, recuerda que reaccionar con enfado es lo último que queremos que imiten. Reírse más, dicen que reírse es la mejor terapia y una alternativa a la hora de reaccionar. Hablar y razonar, cuanto más impacientes nos sintamos, más les transmitimos nuestra propia ansiedad, por eso es importante hablar con serenidad y complicidad. Razonar y ayudarles a entender cómo te sientes también funciona. Práctica diaria para permanecer calmado y en control, es necesario entrenar la mente a diario, para enseñarle a reaccionar cuando perdemos los nervios. Y recuerda, no podemos tratar a los niños como si fueran adultos, preparados para sentir empatía o solidaridad, estas son otras habilidades que debemos enseñarles con el ejemplo.
Hugo Arriaga
Hugo Arriaga
2025-08-19 03:58:44
Count answers : 14
0
Cada vez que quieras pegar o gritar a tu hijo, que te sientas ciega de rabia y lo vayas a sacar contra él haz un STOP. Tu hijo no puede hacer nada tan malo que merezca un grito hasta humillarle o un azote. Para, vete a una habitación, cierra la puora y pega a tu cama, a los almohadones, patalea. Grita “estoy harta, no puedo más, etc.” Descarga al aire y no contra tu hijo. Eso permitirá deshogarte, sacar la rabia que sientes y después podrás ver que aquello que había hecho tu hijo no era en absoluto nada que mereciera un azote y un grito. Y así podrás tratar a tu hijo sin estar ciega de rabia. Si mamá está serena, calmada, feliz, alegre tus hijos también lo estarán. Ambos os lo merecéis. Usando estas pautas y técnicas ideamos el reto de la paciencia, un innovadora nueva manera de aprendizaje desde lo práctico, que te ayudará a cambiar tus hábitos respetando y teniendo en cuenta los aspectos emocionales.
Pablo Luis
Pablo Luis
2025-08-19 03:14:32
Count answers : 21
0
Ajusta tus expectativas, no esperes que los niños se comporten como adultos, los niños son niños y se comportan como tal. Asegúrate de comprender las capacidades y limitaciones de tus hijos de acuerdo a su edad, pues tener expectativas irrazonables puede generar frustración tanto en ti como en ellos. No seas tan exigente contigo misma, nadie es perfecto, querer hacer todo perfecto también hará que pierdas los nervios más fácilmente. Es importante que aceptes que nadie es perfecto, de esta forma no solo vivirás de una forma más relajada, pero también enseñarás a tus hijos a aceptarse tal y como son. Cuídate para poder cuidar, el cuidado propio es muy importante para poder relajarse, es imposible encargarse de los niños cuando ni siquiera puedes cuidarte a ti. Debes priorizar también tu propio cuidado para poder así poder brindar la mejor atención posible a tus hijos. No tengas miedo de pedir ayuda o tomarte un descanso cuando lo necesites, los padres también necesitan tiempo para cuidar de sí mismos y recargar energías, de esta forma evitarás explotar frente a tus hijos cuando las cosas se desborden. Reconoce tus propias emociones y aprende a controlarlas, respira profundamente y tómate un momento para calmarte antes de responder ante situaciones difíciles con tus hijos, tómate un tiempo para reflexionar sobre tus propias reacciones y comportamientos. Es importante que recuerdes que la paciencia no es algo que se desarrolle de la noche a la mañana, requiere práctica constante y es normal cometer errores en el camino, lo más importante es mantener una actitud abierta al aprendizaje y al crecimiento personal, y recordar que eres un modelo a seguir para tus hijos.