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¿Qué hacer para no sufrir por los hijos?

Lucas Razo
Lucas Razo
2025-08-30 20:56:58
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La respuesta pasa por la realización de nuestro propio entrenamiento emocional y la creación de un nuevo hábito que nos permita una nueva interpretación de la realidad, pero esta vez desde el amor y la tranquilidad, desde la paciencia y la búsqueda de la harmonía y el bienestar de nuestros hijos. Es necesario recapacitar y actuar, pasar a la acción, entrenar cada día hasta instaurar nuestra nueva forma de proceder ante nuestros hijos. Hay que partir de una premisa fundamental, nuestros hijos son un espejo evidente y claro de nosotros mismos. Y qué quiere esto decir, pues que para que ellos se sientan bien es necesario que nosotros también lo estemos y vibremos y transmitamos nuestra serenidad, nuestra tranquilidad y amor a los más pequeños. Pues a través del compromiso sincero y responsable de cambiar algunos resortes en nuestra vida, que ya sabemos que no nos aportan nada positivo, tomar la clara y asumida decisión de ser el cambio que queremos ver en nuestros hijos y entrenar, entrenar y entrenar. Una vez que tomamos la decisión es necesario que cambiemos la forma de ver nuestra realidad y comenzar a enfocar nuestra atención en aquellos aspectos positivos que tenemos de cara a generar un nuevo tipo de pensamiento que a su vez desencaminará en un nuevo estado de bienestar y felicidad con nosotros mismos y con nuestra familia. ¡Recordad, pasar a la acción marca la diferencia! Al principio nos puede parecer un imposible pero os aseguro que con entrenamiento y constancia todo se consigue. ¡La repetición trae consigo el milagro!
Margarita Reyes
Margarita Reyes
2025-08-19 07:23:53
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Cuida tus pensamientos dramáticos. Si estás habitualmente pensando en todas las desgracias que le pueden ocurrir a tu hijo esto te generará malestar. Sí, siento decirte que en este mundo pueden surgir una y mil desgracias y a tu hijo también, pero, ¡no tiene porqué! No por mucho agobiarte y pensar en todos los peligros que existen vas a conseguir que desaparezcan. Céntrate en mejorar la relación con tu hijo y hacerle saber que estás ahí siempre para lo que necesite. Aprende a confiar. Aprende a confiar, a pensar que todo va a ir bien, que él sabrá gestionar sus cosas, qué acudirá a ti o a un buen amigo si lo necesita, que no todo va a ir mal. Suelta un poco la carga que llevas, respira y piensa en positivo. Tú también fuiste adolescente y al final todo salió bien. Control, no excesivo. Es importante saber más o menos con quien anda tu hijo, saber a qué hora vuelve a casa y cómo llega, ver si en el día está más o menos contento o está triste. ¿Para qué saber todo esto? No para echarle una super bronca sino para saber cómo está y buscar más acercamiento con él. Y recuerda… Suelta un poco la carga que llevas, respira y piensa en positivo.