¿Cuáles son los efectos psicológicos del DMT?

Alteraciones de la percepción en general. Sensibilidad a la luz y sonidos. Distorsiones visuales con los ojos abiertos. Visiones de diferentes tipos con los ojos cerrados. El contenido de la experiencia a menudo parece ir más allá del individuo que la consume. Las visiones pueden ser de un carácter geométrico/fractal, pero también es común la sensación de encontrar diferentes formas de vida o seres. Puede llegar a ser abrumador tanto por los impactos físicos, como por las alteraciones emocionales o psicológicas que pueden llevar a comportamientos extremos como llorar, gritar, saltar de alegría, sentir preocupación y/o angustia. Evite consumir en los días en que se sienta nervioso, alterado, con cansancio mental o con problemas psicológicos (angustia, depresión). En la experiencia su le puede jugar una mala pasada en forma de “mal viaje“.

La droga produce intensos estados alterados de conciencia, y las personas que la han tomado a menudo ven visiones vívidas y extrañas, o sienten que han visitado realidades o dimensiones alternativas. Una opinión cada vez más extendida es que gran parte de la función cerebral consiste en modelar o predecir el entorno. Lo que hemos visto con la DMT es que la actividad en áreas y sistemas altamente evolucionados del cerebro que codifican modelos especialmente de alto nivel se desregula mucho bajo la droga, y esto se relaciona con el intenso 'viaje' de la droga. Nuestros resultados revelaron que cuando un voluntario tomaba DMT se producía una marcada desregulación de algunos de los ritmos cerebrales que normalmente serían dominantes. El cerebro cambiaba su modo de funcionamiento a algo mucho más anárquico. Los psicodélicos son herramientas poderosas para comprender cómo se relaciona la actividad cerebral con la experiencia consciente.

Los usuarios de esta sustancia suelen experimentar visiones geométricas, colores intensos, sensaciones corporales extrañas, distorsiones temporales y espaciales, y encuentros con entidades o seres sobrenaturales. Efectos adversos psicológicos: ansiedad, pánico, paranoia, confusión, despersonalización, desrealización y psicosis. Al activar estos receptores, la MeO-DMT altera la actividad neuronal y la comunicación entre distintas regiones cerebrales, lo que se traduce en una alteración de la conciencia y la realidad. Algunos de los riesgos más comunes son: Efectos adversos físicos: náuseas, vómitos, taquicardia, hipertensión, dilatación de las pupilas, aumento de la temperatura corporal y dificultad para respirar. La MeO-DMT es una sustancia psicoactiva que tiene potentes efectos alucinógenos en el cerebro, que pueden ser tanto beneficiosos como perjudiciales, dependiendo de diversos factores. Su uso recreativo conlleva riesgos importantes para la salud física y mental, así como para la legalidad y la convivencia social. Algunas de las líneas de investigación actuales son: Tratamiento de las adicciones: algunos estudios sugieren que la MeO-DMT podría ayudar a reducir el consumo de otras drogas, como el tabaco, el alcohol o la cocaína, al inducir experiencias espirituales o místicas que cambian la perspectiva del usuario sobre su vida y sus hábitos. Tratamiento de los trastornos depresivos: algunos estudios indican que la MeO-DMT podría tener un efecto antidepresivo rápido y duradero al estimular la neurogénesis (la formación de nuevas neuronas) y al modular los niveles de serotonina en el cerebro. Tratamiento del dolor crónico: algunos estudios apuntan que la MeO-DMT podría tener un efecto analgésico al bloquear los receptores NMDA (un tipo de receptor implicado en la transmisión del dolor) y al activar los receptores opioides (unos receptores que inhiben el dolor). Tratamiento del estrés postraumático: algunos estudios plantean que la MeO-DMT podría facilitar la elaboración y la integración de los recuerdos traumáticos al favorecer un estado de relajación, introspección y apertura emocional.