¿Qué hacer para dejar de pensar que tienes una enfermedad?

NO HABLAR SOBRE ENFERMEDADES. No usar la queja y los síntomas como forma de comunicación. NO AUTO OBSERVARSE. Deja de observar permanentemente tu cuerpo, ya que esta conducta retroalimenta la preocupación. NO BUSCAR DIAGNÓSTICOS EN INTERNET O EN OTRAS FUENTES DE INFORMACIÓN. Confía SOLO en un profesional. RODÉATE DE PERSONAS POSITIVAS. Rodéate de personas que te hagan reír, que no te cuenten dramas, de tal forma que te ayuden a desconectar de la preocupación por padecer una enfermedad. DESCONECTA. Centra tu actividad y tu energía en actividades que te ayuden a desconectar de las sensaciones corporales o del miedo a padecer una enfermedad. RELÁJATE. Encuentra forma de relajarte. ELIMINA CONDUCTAS DE COMPROBACIÓN… como por ejemplo acudir constantemente al médico. VIVE EL PRESENTE. Elimina los posibles escenarios catastrofistas que anticipas con pensamientos que se inician con “Y si…”.

Conoce el patrón, el objetivo de la conducta hipocondríaca no es solo evitar una enfermedad, sino también evitar pensamientos y sensaciones que nos hacen sentir que vamos a morir o que tenemos una enfermedad. Es importante echar la vista atrás para comprender por qué me comporto de esta forma y así dar sentido a la hipocondría. No solamente el miedo a la muerte y a la enfermedad están a la base de la hipocondría, sino también el miedo a sentirnos frágiles y vulnerables. No luches contra los síntomas de ansiedad, ten en cuenta que por tu historia de vida la presencia de ansiedad es inevitable, y luchar contra ella acaba siendo más un problema que una solución. El cuerpo es sabio y te está avisando de que algo no va bien, lo cual puede motivarte a buscar ayuda y trabajar sobre viejas heridas emocionales no sanadas.

Dosificar la información: es importante que no estemos revisando continuamente los medios de comunicación con respecto a la pandemia o ante cualquier enfermedad. El tener sobredosis de información contribuye a aumentar la obsesión y la angustia. Por ejemplo: con ver las noticias una vez al día con respecto a la pandemia, es más que suficiente. Entrenar nuestra atención: Si nuestra atención está dirigida a pensar que tenemos una enfermedad, nuestra emoción será de angustia. Por ello, es importante entrenar nuestra mente a redirigir la atención y a aplazar los pensamientos intrusivos cuando nos percatamos de que ya hemos dedicado un espacio concreto a revisar los mismos y hemos concluido que está todo en orden. Realizar actividades gratificantes: es importante mantenernos ocupados y no dejar de realizar aquellas actividades que resulten agradables para mejorar nuestro estado de ánimo y, de esa forma, también sea más fácil combatir la visión negativa e intrusiva de los pensamientos catastrofistas. Acude a profesionales para que te guíen y acompañen en ese proceso de construir un camino hacia tu bienestar.

Encontrar un profesional en salud mental con experiencia en el tratamiento de este trastorno con psicoterapia puede servir. La terapia conductual cognitiva (TCC), un tipo de psicoterapia, le puede ayudar a manejar sus síntomas. Durante la terapia, usted aprenderá: A reconocer lo que parece empeorar los síntomas, A desarrollar métodos para manejar los síntomas, A mantenerse más activo, incluso si todavía tiene los síntomas. Si la psicoterapia no funciona o solo funciona parcialmente, los antidepresivos pueden ayudar a reducir la preocupación y los síntomas físicos de este trastorno. Es importante tener una relación de apoyo con el proveedor. Debe tener únicamente un proveedor de atención primaria. Esto es para evitar demasiados exámenes y procedimientos, algunos de los cuales pueden ser perjudiciales.

Afrontar y aceptar, identificar las sensaciones o síntomas que provocan los episodios de hipocondría te permitirá desarrollar los recursos necesarios para poder hacerles frente. Además, es importante afrontar el miedo sin evitarlo, dándole tiempo a que se desvanezca poco a poco y, por supuesto, no añadir nuevos pensamientos atemorizantes. La clave reside en esperar con calma y sosiego. Con el tiempo desaparecerán y cada vez lo harán más rápido. Una buena idea si se está sufriendo un episodio hipocondríaco es entender que, como en otras ocasiones, es fruto de los pensamientos irracionales y no debes dejarte llevar por ellos. Otra opción es meditar, hacer ejercicios de respiración o incluso centrarse en otras cosas: trabajo, aficiones, ocio… Evita hablar de salud y enfermedades en tus conversaciones, si tus temas de conversación se enfocan en enfermedades, medicina, síntomas, diagnósticos o tratamientos, lo único que consigues es aumentar tus miedos a sufrir graves dolencias. No busques en Internet un diagnóstico a tus síntomas, buscar en Internet síntomas de enfermedades solo sirve para aumentar tu angustia, haciendo que el temor y el pánico se apoderen de ti. Céntrate en los pensamientos positivos, no hay que olvidar que los pensamientos están directamente relacionados con la manera en la que nos sentimos. Por supuesto, no se trata de reprimirlos, sino de buscar alternativas que te ayuden a generar sensaciones más placenteras. Vive en el presente, evita pensar en todas las posibles enfermedades que podrías tener en un futuro hipotético. Ahora mismo estás bien y, seguramente, te estás perdiendo una gran cantidad de cosas por miedo. Si sientes que has hecho todo lo posible para dejar de ser hipocondríaco, pero no notas mejoría, es importante que acudas a un profesional, a través de las sesiones psicológicas puedes aprender diversas estrategias que te ayuden a afrontar tus miedos.