¿Cómo puedo mejorar mi autocontrol en el trabajo?

Juan Negrón
2025-07-27 02:54:27
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La clave es la gestión emocional.
No se pueden gestionar las emociones cuando las reprimes o no las entiendes del todo.
Si no te das espacio para sentirlas e identificarlas, acabas desconectándote de ellas, sin saber lo que te pasa.
Cualquier psicólogo de empresa actualizado te aconsejaría aprender a gestionar tus emociones, sin reprimirlas.
Las emociones son una fuente de información muy valiosa: te indican si te están haciendo daño, si todo va bien… pero también te dicen qué necesitas.
Al observar las emociones desde el prisma de las necesidades, llegas a la conclusión de que, en realidad, no hay emociones malas.
Vale, entonces, cuando hay que controlar las emociones, sobre todo, cuando sientes que las emociones te desbordan y dificultan la comunicación, o cuando te consumen y no resulta apropiado para la situación.
En estos casos, lo mejor es pedir ayuda y aprender a gestionarlas, por ejemplo, asistiendo a terapia o tomando algún curso.
También es muy importante averiguar qué cosas te ayudan a calmarte: hacer deporte, hablar con alguien, abrazar a un ser querido…
Si, a diario, nos vemos muy desbordados y reaccionando intensamente a los acontecimientos, es importante recordar que el nivel de relajación que necesitas debe adecuarse al nivel de tensión que sufres.
Cuanto mayor sea la tensión, más profunda debe ser la relajación.
Así que, si pasas muchos nervios en el trabajo, puede que necesites algo más que un paseo por el parque para desconectar.
A lo mejor, también te vendría bien hacer yoga, apuntarte a un gimnasio o realizar otra actividad que te renueve.

Verónica Tejeda
2025-07-18 03:38:49
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El autocontrol es un rasgo de la personalidad innata, pero también es una habilidad. Por lo tanto es entrenable i puede mejorarse. Define lo que tratas de controlar. Una meta vaga como «no volveré a llegar tarde» o «no me volveré a distraer» está destinada al fracaso. Así que intenta establecer una meta concreta, más específica. Es mejor marcase una meta como «trabajaré durante una hora sin revisar las redes sociales» o «no comeré después de la cena de esta noche». Reduce el atractivo de tus tentaciones. Trata de devaluar tus distracciones e intenta razonar si realmente lo necesitas en ese momento. Aumenta el atractivo de tu tarea. Si puedes bajar el valor de tus tentaciones, intenta ahora aumentar el valor de la tarea que debes realizar. Puede resultarte útil pensar en lo bien que te sentirás cuando hayas terminado, que tu tarea estará finalmente fuera de la lista de pendientes o que podrás quitarte el sentimiento de culpabilidad. Habla en voz alta. Literalmente, habla contigo mismo antes de caer en la tentación. Hablar en voz alta te ayudará a reflexionar acerca de tu propio pensamiento.