¿Cómo actúa un hombre tóxico?

Cuando conocemos a alguien podemos ir de dos formas. La primera, con todas las ilusiones y la segunda con las antenas bien puestas. Por supuesto, siempre debemos ir atentos a los detalles, como por ejemplo, que quiera pedir por usted sin siquiera preguntarle qué desea, y no digo que no lo puedan hacer de lindos, pero obviamente la voluntad de la persona no la puede violentar nadie, así quieran ser caballerosos. Hay que tener cuidado con esos actos sutiles de manipulación. “Las mujeres tenemos que aprender a decir no más a las actitudes tóxicas de los hombres. Y hago un énfasis en las mujeres porque nosotras tenemos un sistema totalmente diferente para administrar nuestras emociones y damos segundas oportunidades, esperamos que el hombre llame y perdonamos sin analizar los errores. Justamente es aquí donde el hombre aprovecha para imprimir ciertas rutinas y frases a una relación para disminuir la seguridad de su pareja o simplemente “tenerla a sus pies”. 1. Cuando le hacen cumplidos o habla mucho tiempo con una persona, su pareja cambia de actitud, se pone brava, meditabunda o celosa con usted. 2. Se alejó de sus amistades más cercanas por pasar tiempo a solas con su pareja. 3. Si le pregunta qué tiene o por qué está triste o enojado –en cualquier momento que suceda– no puede decir con claridad sus necesidades y tiene dificultad o temor a ser escuchado. 4. Usted siempre toma la iniciativa a la hora de hacer planes, salir a comer o decidir dónde pasar el fin de semana. 5. De los conflictos y otros problemas El conflicto por algo pequeño permanece vigente y no puede pasar la página con ese problema. 6. Usted piensa dos veces lo que le va a decir a su pareja por temor a cómo pueda reaccionar. 7. Señala o se burla de su forma de hablar, vestir o algún error que haya cometido con comentarios en público para que todos se rían de usted. 8. Cuando se está vistiendo para una cita cambia constantemente de ropa porque no quiere molestar a su pareja. 9. El hombre tóxico tiene repentinos ataques de ira que, aunque duran segundos, pueden ser atemorizantes. 10. Su pareja no asume sus errores y busca excusas para evadir una conversación sobre algo importante, como un anuncio o sobre sus planes a futuro.

Los celos no son una muestra de amor, sino de miedo mal gestionado y necesidad de poder. Aunque a veces se muestran como “fuertes” o “distantes”, muchos hombres emocionalmente inmaduros tienen una gran necesidad de validación externa. Estas actitudes se pueden caracterizar como red flags o banderas rojas. En los hombres, la inmadurez emocional, muchas veces está relacionada con una educación emocional deficiente, modelos masculinos rígidos o entornos donde expresar vulnerabilidad se ve como una debilidad.

Desarrolla habilidades conscientes para detectar los focos rojos que deben aletarte en la personalidad de aquél chico con el que vas a salir. Detecta aquellos patrones repetitivos a los que tú antes ni siquiera prestabas atención. Determínate a evitar acercar a tu vida sujetos que tengan personalidades altamente conflictiva. Aprende a predecir y valorar los signos de alerta que distinguen futuros comportamientos altamente conflictivos. El patrón es sumamente estrecho e inflexible y se mantiene a lo largo de diferentes situaciones. Si es violento en el tránsito y pertenece a este grupo ten la seguridad de que será violento en una fiesta, en el antro y finalmente contigo. Es incapaz de escuchar retroalimentación de cualquier tipo… Y si la escucha, o simplemente no la comprende, o reacciona de forma extrema (violenta, depresiva, etc.). Su comportamiento es mucho más predecible que el de las demás personas. Se la pasa culpando a otros de lo que le pasa, o buscando errores normales y evidentes para ponerlo en las narices de los demás. Su lema es: Esto es tu culpa, no mía. Es incapaz de entender sus emociones, y mucho menos manejarlas. Juzga ABSOLUTAMENTE a todos: incluyéndote a ti. Con tan sólo un pedazo de información etiqueta el 100% de una persona.

Una persona tóxica es aquella que nos altera profundamente el estado de ánimo y cuyo comportamiento puede ser perjudicial no solo para quienes la rodean sino también para sí mismo. Aunque existen muchos tipos de personas tóxicas, normalmente son personas que no han evolucionado emocionalmente, personas inseguras, egoístas y poco independientes. Tienden a relacionarse de forma absorbente, agotando, estresando y/o deprimiendo a la gente que tiene alrededor. No siempre es fácil detectar a las personas tóxicas, pero una forma de intentar hacerlo es identificando determinadas señales en ella o rasgos característicos como quejica, negativo y victimista, envidiosa, no aguanta los éxitos de los demás, narcisista, cree que todo lo que hace está bien, orgullosa, no soporta que le contradigan, soberbia, alecciona, descalifica y menosprecia a los demás, controladora y dictatorial, impone las normas de la relación, no se responsabiliza de sus propios actos, manipuladora, engaña para conseguir sus propósitos, agrede verbalmente e intentan humillar y dañar la autoestima, critica constantemente, recurre al chantaje y al miedo, propaga rumores, le gusta dramatizar.

La manipulación es su mejor técnica. Saben cómo jugar con las emociones y comportamientos de los demás para conseguir lo que quieren, usando tácticas como la culpa, el victimismo o el gaslighting. Tienen facilidad para mermar o cortar lazos sociales ajenos. Son personas expertas en crear conflictos y destruir relaciones, sembrando la discordia entre amigos, familiares o compañeros de trabajo. Magnifican sus sentimientos al inicio de la relación. Al comienzo de una relación, tienden a exagerar sus emociones y sentimientos para atraer a la otra persona. Para ello, se mostrarán extremadamente encantadores y generosos, para crear una conexión profunda, y después desvanecerse lentamente o retirar estos privilegios de forma consciente. Les encanta el poder. Fruto de un comportamiento muy controlador, su zona de confort se establece en los entornos en los que sienten el poder sobre los demás, sobre una situación o sobre las decisiones que se están tomando. También es muy habitual que sean personas que persiguen de forma obsesiva el prestigio y disfrutan con una posición elevada dentro de la jerarquía social. No se preocupan por nadie. Carecen de empatía y les cuesta interesarse por los sentimientos o necesidades de los demás. Para un narcisista las personas son medios o herramientas que pueden usar para satisfacer sus propias necesidades, y esta falta de preocupación por los demás les hace incapaces de comprender el daño que causan. No toleran las críticas. Aunque pueden ser muy críticos con las personas de su alrededor, cuando se trata de sus propios errores, los evitan a toda costa. No pueden aceptar la idea de estar equivocados, así que tienden a proyectar sus inseguridades en los demás para desviar la atención de sus propios fallos.

Un hombre tóxico puede actuar de diferentes maneras dependiendo de su perfil. El autodestructivo se culpa a los demás o a la mala suerte por sus fracasos. El controlador nada puede ocurrir con su pareja sin que él lo sepa y de su consentimiento. El manipulador no admite un no por respuesta, retorcerá los hechos y las palabras para lograr su propósito. El narcisista todo empieza y acaba en él. El huidizo se presenta como un espíritu libre que no puede atarse a nada. Se encoge de hombros al relatar un suceso. Tiende a humedecerse los labios y se los muerde. Traga saliva. No mueve las manos al hablar. Rompe el contacto visual y parpadea mucho. Mira fijamente sin expresividad. Se le ve inquieto. Tiene los hombros hundidos y la cabeza gacha. Mueve los pies nervioso. Se pasa la hand por el cuello y se rasca. Suda.