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¿Cómo pueden los niños reconocer las señales de estrés?

Mario Cabán
Mario Cabán
2025-10-22 07:41:38
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Los niños sienten el estrés de manera diferente a los adultos, y reconocer estas señales es el primer paso para apoyar su salud emocional. Al comprender cómo el estrés ocurre en niños de diferentes edades, puedes brindarles el apoyo y la guía que necesitan para sentirse seguros, protegidos y comprendidos. Algunas señales del estrés en los niños pequeños pueden ser problemas del sueño, cambios en los hábitos alimenticios, llanto más frecuente o querer estar todo el tiempo con el padre. También pueden volverse más irritables, tener miedo a las cosas o intentar evitarlas mirando hacia otro lado o retorciéndose. Los niños en edad preescolar que sienten estrés tal vez vuelvan a comportamientos que tenían antes, como chuparse el dedo, o tener problemas para dormir y comer, y mostrar tanto inactividad como hiperactividad. También, podrían ponerse más irritables y tener dificultad concentrándose.
Martina Vásquez
Martina Vásquez
2025-10-22 06:15:43
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Entre los 0 y 3 años Regresión del comportamiento Cambios en los hábitos alimenticios o del sueño Aumento de la hiperactividad e irritabilidad Temores intensos Entre los 7 y 12 años Retraimiento Agresividad Deterioro de la memoria y la concentración Sentimiento de culpa Entre los 13 y 17 años Tristeza intensa Mayor cuestionamiento de la autoridad Comportamiento autodestructivo Sensación de desesperanza
Francisca Arenas
Francisca Arenas
2025-10-22 06:11:43
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Un niño no suele decir, por ejemplo, que está estresado porque tiene mucho deberes. En lugar de esto, suelen emplear frases como “No me gusta” o “No quiero hacer deberes”, lo que puede confundirse con falta de motivación o problemas de aprendizaje. Algunas señales que nos pueden ayudar a detectar que algo no va bien pueden ser: Inquietud. Si vemos a nuestro hijo más inquieto, que le cuesta trabajo estar sentado. Tristeza. Si vemos que esta más triste, llora por cosas que antes no le daba tanta importancia. Irritabilidad. Si vemos que se enfada más, que los enfados son más intensos y duran más. Alteraciones en el sueño. Si le cuesta conciliar el sueño o por el contrario duerme más. Alteraciones en la alimentación. Si come más o come menos. También si se queja de dolores de cabeza o de barriga y no hay ninguna justificación médica que explique esto dolores.