¿Cómo ayudar a sus hijos a superar el divorcio?

Fomenta la comunicación abierta. Uno de los aspectos más importantes para ayudar a un adolescente a sobrellevar el divorcio es permitir que exprese sus emociones y pensamientos libremente. Haz preguntas abiertas como "¿Cómo te sientes con todo esto?" o "¿Hay algo que te preocupe?". Escucha con empatía y sin intentar minimizar sus sentimientos. Permite que hablen cuando estén listos, sin presionarlos. Mantén la estabilidad y rutinas. Los adolescentes, aunque buscan independencia, también dependen de la estabilidad en sus vidas. El divorcio puede desestabilizar su mundo, ya que involucra cambios importantes en la dinámica familiar, el hogar y, a veces, en la escuela o el entorno social. Mantener rutinas familiares, como las comidas juntos o las actividades extracurriculares, puede brindarles una sensación de normalidad en medio de los cambios. Evita ponerlos en el medio del conflicto. Es importante que los adolescentes no se sientan obligados a tomar partido ni a ser mensajeros entre sus padres. Involucrarlos en conflictos o hacer comentarios negativos sobre el otro progenitor puede generar resentimiento, ansiedad y confusión en ellos. Reconoce y valida sus emociones. El divorcio puede provocar una variedad de emociones en los adolescentes, desde tristeza y enojo hasta alivio o confusión. Cada adolescente procesa el divorcio de manera diferente, por lo que es fundamental no invalidar ni minimizar lo que están sintiendo. Reconoce sus emociones y ayúdales a entender que es completamente normal sentirse así. Dales espacio para adaptarse. El divorcio es un cambio importante y es natural que los adolescentes necesiten tiempo para adaptarse a la nueva dinámica. No esperes que se sientan cómodos o felices de inmediato con los cambios. Dales el tiempo y el espacio necesarios para procesar lo que está sucediendo y ajustarse a su nuevo entorno. Ayudar a un adolescente a superar el divorcio de sus padres puede ser un desafío, pero con paciencia, comprensión y el apoyo adecuado, puedes ayudarles a procesar sus emociones de manera saludable y adaptarse a su nueva realidad. Recuerda que cada adolescente es diferente, y lo más importante es estar presente y brindarles un entorno donde se sientan seguros para expresar lo que sienten.

El pensamiento positivo versus el catastrófico de un niño puede ser un factor determinante en la forma en que el niño sigue adelante después del divorcio. Los padres pueden tener una gran influencia para ayudar a los niños a evaluar de manera realista las situaciones y evitar patrones de pensamiento catastróficos que asumen lo peor de las situaciones. Los niños también han demostrado tener más resiliencia y sentir menos estrés cuando hay menos conflictos entre sus padres y cuando el divorcio los elimina de los hogares de alto conflicto. Por lo tanto, es fundamental que proteja su niño de las peleas en cuanto le sea posible. Los niños también les va mejor si los dos padres siguen participando positivamente en sus vidas y, en particular, si el padre que no reside con el niño mantiene una relación buena y de apoyo con él. Los dos padres deben seguir escuchando de cerca los problemas de sus hijos, proporcionando apoyo emocional, ayudándoles con sus deberes cotidianos como las tareas y manteniendo las reglas y las expectativas de comportamiento. Es muy importante que los padres apoyen, en vez de minar la autoridad del otro padre. En tiempos de cambio, es importante que los niños mantengan tantas rutinas como sea posible. Finalmente, los niños que tienen la habilidad de buscar y obtener apoyo de otras personas se pueden adaptar mejor a los cambios relacionados con el divorcio. Incite a sus hijos a que hablen con usted o con un amigo o adulto de confianza acerca de lo que están pasando.

Ofrezca apoyo – La cosa más importante que puede hacer por su hijo adulto mientras navega la situación difícil que es el divorcio es ser una fuente de apoyo incondicional e inquebrantable. Independientemente de las circunstancias o las decisiones de cualquiera de las partes que condujeron al divorcio, hágale saber a su hijo que usted siempre está ahí para ellos. Si usted es alguien que se inclina a expresar su opinión rápidamente, considere adoptar una función de escuchar primero, y después expresar su opinión más adelante, cuando se siente más apropiado. Intente ser neutro – Cuando recibe noticias de un divorcio inminente de su hijo adulto, es probable que estén averiguando sus emociones y sentimientos muy complejos. Es importante recordar que es probable que ocurrió mucho más de lo que usted sabe en la relación conyugal, por lo que es posible que no tenga una idea completa de lo que sucedió y como cada parte contribuyo al matrimonio fallido. Ayude con los nietos – Puede ser muy difícil para los padres divorciados superar los sentimientos de culpa y preocupación mientras que cambian la vida de sus hijos. Al cuidar sus nietos, llevándolos a divertidas aventuras, hablando con ellos por Facetime, y enviando notas, puede ayudar a reducir el estrés de su hijo adulto invirtiendo en sus hijos y brindando diversión y aliento en sus vidas. Alentar las habilidades de afrontamiento saludable – Si bien es posible que desee creer que puede ser un confidente imparcial para su hijo adulto, la verdad es que es probable que le de consejos a favor de cierta creencia o lealtad que tiene. Anime a su hijo a buscar asesoramiento profesional o terapia según sea necesario. Con su lealtad, posición neutral, participación en la vida de sus nietos y el aliento para obtener la ayuda profesional necesaria, usted y su hijo atravesaran esta gran transición como un frente familiar unido.

Asumir que eso ya no será posible genera un dolor inevitable, pero no necesariamente un daño, si es que los padres saben conducir el proceso de manera saludable. Es primordial respetar el derecho del niño o niña a entablar una relación de amor y respeto con sus dos padres, libremente, sin tensiones, sin culpas ni conflictos de lealtad, y a disfrutar plenamente de ese vínculo. Una vez resuelta la separación, deberían dejarse de lado los rencores y reproches para darle prioridad al derecho de los hijos a seguir contando con ambos padres. Es vital que los niños sientan que sus padres están disponibles y que se puede hablar de la nueva realidad familiar. La capacidad de los padres de demostrar que pueden seguir adelante con sus vidas es fundamental para el desarrollo favorable de niños y niñas, aun en una situación de estrés como lo es la separación o un divorcio. La existencia de una red de apoyo familiar y social disponible y confiable es de gran valor en esta situación. Se necesitan abuelos que no tomen partido, sino que cuiden, protejan y den esos buenos consejos que solo puede dar quien ha vivido más. Se necesitan tíos y amigos cercanos que puedan estar ahí para acompañar, escuchar y aportar fuerzas para seguir construyendo. Estas actitudes son las que pueden enseñar a los niños lo que no puede ningún discurso, por bonito que sea: que el mundo no se termina con una crisis familiar, y que, pase lo que pase, pueden confiar en que tienen quien los quiera, quien los cuide y quien los acompañe.