¿Comparar a las personas es tóxico?

Óscar Escobar
2025-08-02 11:32:03
Count answers
: 20
Compararte solo te causa daño. Una de las cosas más tóxicas en las que puedes caer es en la comparación, cuando te comparas te estás causando mucho daño y existen muchas razones por las que compararte es muy tóxico. Daña tu autoestima: La única persona responsable de tu autoestima eres tú misma y cuando caes en comparaciones, te estás causando mucho daño. No tiene ningún sentido hacerte daño y mucho menos tener, de forma reiterativa, una conducta tan tóxica como esta.
Es una evaluación irreal: Estás haciendo una evaluación de la situación totalmente irreal, porque desconoces por completo o en gran parte la situación de la otra persona. Cuando te comparas con otra persona siempre colocarás su situación como mejor que la tuya o por el contrario buscarás hacer de esta comparación una posición que te justifique, cualquiera de las dos te causa daño.
Te impide avanzar: Una situación tan negativa como esta te impide avanzar, te impide madurar y aprender lecciones. Cuando usas las comparaciones para justificar algo o para sentirte mejor contigo misma, simplemente te estás colocando en una situación en la que estás estancando tu vida. Puede ser que estés buscando sentirte mejor, pero lo único que lograrás es causarte daño.

Victoria Martín
2025-07-24 01:41:28
Count answers
: 16
Compararnos con los demás nos produce un bajón energético al igual que sucede con la negatividad. En tiempos de las redes sociales, qué difícil resulta no compararse con los demás. Nos pasamos el tiempo mirando la vida de otros en las RRSS y pensando ¿Por qué yo no podré tener una casa tan bonita, un trabajo tan genial, una familia tan perfecta…?. Nos olvidamos de que, detrás de lo que alguien muestra en Internet, no suele haber una vida perfecta. Esa imagen virtual se nos va impregnando y vamos acostumbrándonos a compararnos con los demás, sin darnos cuenta de lo tóxico que resulta este hábito porque, en general, terminamos sintiéndonos ‘menos’ que los otros. De esa manera nos sentimos menos felices, menos exitosos, menos atractivos, menos afortunados… y esa es una de las formas más rápidas de perder la confianza en nosotros mismos. La solución consiste en dejar de compararte con otros, y si te gusta compararte, que sea contigo mismo.

Guillem Carbonell
2025-07-15 19:27:49
Count answers
: 13
La comparación puede ser útil en ciertos contextos, como al comprar un producto o valorar resultados de un trabajo. No es una buena idea hacerlas cuando cotejamos nuestra persona y nuestra vida con las de los demás. Entonces se convierten en ‘ladronas’ de nuestra energía personal. Una de las actitudes que nos roban la energía es la de compararnos con otros. Se nos va impregnando una imagen virtual y vamos acostumbrándonos a compararnos con los demás, sin darnos cuenta de lo tóxico que resulta este hábito porque, en general, terminamos sintiéndonos ‘menos’ que los otros. De esa manera nos sentimos menos felices, menos exitosos, menos atractivos, menos afortunados y esa es una de las formas más rápidas de perder la confianza en nosotros mismos.

Alicia Salinas
2025-07-07 00:26:28
Count answers
: 20
Comparar (inadecuadamente) infunde odio (menosprecio, celos, etc.) porque siempre hay alguien que sale perdiendo en la comparación. Si nos comparamos con alguien considerado “inferior” reforzamos toscamente nuestra autoestima y si nos comparamos con alguien “superior” lo más normal es que nos sintamos inseguros… o algo peor. No obstante, ya sabes, al fin y al cabo, no hay nadie (exactamente) igual a otro. Las comparaciones que efectuamos de forma rutinaria en nuestro día a día son muy superficiales, solo analizamos un aspecto y no el conjunto de forma que tampoco son significativas. Lo mismo que sucede con el mérito: a la hora de analizar los éxitos (y los fracasos), se suele ser muy arbitrario, parcial y sesgado. No debemos, en ningún caso, sublimar las comparaciones, ni las que nos refuerzan ni las que nos generan (un poco) de ansiedad: no están bien planteadas casi en ningún caso, son incompletas, irrelevantes, las hacemos por inercia. Y, además, nos falta el aspecto interno de la persona, solo conocemos el nuestro pero nunca el de la persona analizada. Todo el mundo se siente inseguro en mayor o menor medida, solo que algunos lo fingen mejor. Ante el bombardeo de “triunfitos” de todos los sectores sociales que recibimos por todos los canales de comunicación es difícil no caer en la tentación de compararnos con ellos y elaborar una vara de medirnos totalmente equivocada. Pero hay que relativizar cualquier comparación, porque para que una comparación fuera justa y estuviera bien planteada y justificada, necesitaríamos mucha información que no tenemos ni podemos conseguir.
Leer también
- ¿Cómo dejar de luchar con las comparaciones?
- ¿Por qué me comparan con los demás?
- ¿Existe un trastorno por el cual compararse con los demás?
- ¿Cómo enfocarme en mí y no en los demás?
- ¿Cuál es el trastorno en el que te comparas con los demás?
- ¿Por qué la comparación me hace sentir mal?
- ¿Cómo salgo del modo de comparación?