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¿Cómo medito en el trabajo?

Hugo Ibáñez
Hugo Ibáñez
2025-07-23 01:33:30
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Medita, realiza pausas regulares a lo largo de la jornada laboral. Practicar meditación a diario, puede cambiar por completo tu día, y además, a largo plazo marcará una gran diferencia en tus niveles de estrés puesto que es una herramienta que facilita que mantengas tu equilibrio interno. Te comparto bajo estas líneas una meditación guiada en la que, en tan solo 7 minutos, podrás sentir la plenitud de una buena pausa consciente. Podemos encontrarnos cada domingo en ABC Bienestar. Además puedes saber más sobre mi trabajo en torno a los beneficios de la meditación en el libro 'El poder sanador del silencio' y en la cuenta de instagram: @belencolomina.
Óscar Armenta
Óscar Armenta
2025-07-23 00:44:52
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Encontrar un momento y lugar oportunos. Es cierto que las personas solemos pasar la mayor parte del día en el trabajo, razón por la que son comunes las agendas muy apretadas en que no queda tiempo casi para nada. Existe además la creencia común de que la meditación requiere de tiempo disponible y solo se puede practicar en el sosiego del retiro. Pero esto no es cierto, cualquier momento y cualquier lugar es bueno para meditar, consiste en cerrar los ojos y respirar hondo hasta llegar al estado de consciencia indicado, que, una vez logrado, bastará con cinco minutos para obtener beneficios inmediatos. Un desplazamiento en transporte urbano, una espera en organismo oficial e incluso un atasco pueden ser el momento indicado para hacer nuestra pausa diaria, en caso de no encontrar otro mejor. Sentarse cinco minutos al día y ejercitar la llamada respiración abdominal es el comienzo perfecto, después podemos aprender técnicas más complejas para profundizar en el conocimiento interior.
Marta Olivárez
Marta Olivárez
2025-07-22 23:31:53
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Encuentra tu espacio, todos los lugares de trabajo tienen sitios tranquilos, ya sea en la sala de descanso, en el parking o incluso nuestras mesas de trabajo. El espacio en el que vayas a meditar va a estar muy dictado por tus circunstancias y tu tipo de trabajo. Debes buscar las zonas en las que tengas menos distracciones. Evita las zonas donde haya mucha actividad, ruido o espacios en los que puedan interrumpirte cuando estés en ellas. Una vez que hayas identificado cuál va ser tu espacio de meditación, conviértelo en parte de tu rutina, poniéndote lo más cómodo posible. No tienes que adornarlo con velas, música o esencias relajantes – simplemente haz que sea un espacio cómodo con algo de libertad para estirarte, sentarte o incluso estar de pie sin molestias ni distracciones. Comienza el día de manera tranquila, así que entra en el espacio que hayas elegido antes de ponerte a hacer cosas, revisar tus emails o ir a tus reuniones matutinas. Siéntate, quédate de pie o túmbate en tu espacio y comprueba cómo te sientes. Estira los músculos de cualquier manera que te parezca cómoda y respira profundamente reafirmando lo que quieres conseguir en tu trabajo. Cuando ocurra algo estresante, tómate tu tiempo para respirar profundamente. Asegúrate a ti mismo que eres plenamente consciente de los problemas que se presentan y que estás preparado para abordarlos de una manera calmada y metódica. Continúa haciendo respiraciones profundas y controladas y permite que tu cuerpo se relaje. En el trabajo, se nos exige constantemente que llevemos tareas a cabo que requieren un profundo nivel de concentración y atención a los detalles, aquí, es importante hacer uso de la meditación para volver a poner tu mente a punto, para que puedas concentrarte. Vete a un lugar tranquilo, lejos de los ordenadores, los emails y los teléfonos que suenan. Busca una imagen, un espacio en blanco o un patrón en el que concentrarte que no interfiera con tus pensamientos. Deja que las ideas que te distraen salgan de tu mente sin impedimentos, y déjalas ir. Respira profundamente a medida que liberas cada pensamiento, y una vez que hayas aclarado tu mente, regresa a la tarea que tienes entre manos. Comenzando de nuevo con respiraciones abdominales profundas, cuenta con los dedos cada segundo que pasa. Haz esto durante cinco minutos y tendrás una idea más acertada sobre el ritmo al que se mueve el tiempo y del tiempo que realmente tardas en cada tarea. Confía en ti mismo y asegúrate, mientras que interactúas a este nivel con el tiempo, de que sí que tienes tiempo para realizar tus tareas. Al hacer esto, te conviertes en un maestro de tu propio tiempo, en vez de que sea al revés.
Mar Salazar
Mar Salazar
2025-07-22 23:25:21
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Puedes meditar en el trabajo prestando atención a tu respiración, llevando la atención a tu ritmo natural, sin pretender cambiarla de ningún modo, notándola en un punto concreto. Lo único que has de hacer es sentarte cómodamente, con la espalda recta y las manos apoyadas en el regazo, cierra los ojos y haz dos o tres respiraciones lentas y profundas. Mientras realizas estas respiraciones, puedes decirte en silencio: "Aquí y ahora. Nada que hacer, ningún sitio a dónde ir, sólo Ser". Luego, simplemente descansa tu atención sobre la respiración, en el punto que elijas, al ritmo que surja, sin pensar en ella, solo tomando consciencia del flujo del aire entrando y saliendo. También puedes meditar observando tus pensamientos, ponte en una postura cómoda, con la espalda recta y las manos apoyadas en el regazo, después de unas cuantas respiraciones lentas y profundas, presta atención a los pensamientos que van apareciendo en tu mente, eres un simple observador, no juzgas lo que estás pensando, no pretendes cambiarlos, simplemente tomas consciencia de ellos. Date cuenta de que aparecen y desaparecen, son inconexos e involuntarios, y entre pensamiento y pensamiento, más allá de los pensamientos, hay un espacio de paz, quietud y claridad mental. Al retomar tu actividad, serás capaz de concentrarte mucho mejor en aquello que hayas decidido estar, una mente clara y despejada, es una mente más creativa y productiva. Solo unos minutos de meditación a lo largo de la jornada laboral pueden marcar una considerable diferencia en cuanto a nuestro bienestar y productividad.