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¿Cuál es el tratamiento para el síndrome del nido vacío?

Gabriela Cavazos
Gabriela Cavazos
2025-06-27 12:30:25
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Mantén el contacto con tus hijos. La relación no se rompe pero si se transforma y evoluciona en una relación diferente y más rica emocionalmente. Busca nuevos hobbies o retoma aficiones para ocupar tu tiempo libre. Retoma tu vida social. Desarrolla un proyecto vital que tenga que ver contigo y no con tus hijos. Toma este periodo como una gran oportunidad para crecer de manera individual y con tu pareja. Sigues siendo padre pero tu función ha cambiado. Has de aprender a relacionarte con tu hijo como un igual, sois los dos adultos. Es recomendable incluso prepararse para el nido vacío mientras los hijos todavía viven en el hogar. Así trata de realizar nuevas amistades, busca pasatiempos que te entretengan, involúcrate en alguna afición, sal más… También puedes aprovechar para hacer planes en familia mientras todos estáis bajo el mismo techo, preparad unas vacaciones familiares, tened charlas en familia y date tiempo para crear recuerdos especiales… Incluso, puedes planear que hacer con el dinero, el tiempo y el espacio que quedarán para ti cuando tu hijo no esté. Como suele decirse, todos los cambios tienen un lado positivo, encuentra el tuyo.
Yeray Escobedo
Yeray Escobedo
2025-06-27 08:08:08
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Ante esta situación, poate ser beneficioso que los padres tengan en cuenta algunas recomendaciones. Ante todo, aceptar que los hijos se han hecho mayores y aprender a establecer con ellos una nueva relación entre adultos que puede resultar también muy gratificante para ambas partes. Sentir satisfacción por haber criado a unos hijos con capacidad de autonomía, que han llegado a un nivel satisfactorio de desarrollo y que inician una nueva etapa vital por sus propios medios. No culpabilizar a los hijos por el estado de tristeza que puedan sentir, evitando que éstos se vean obligados a permanecer en el hogar o como figuras imprescindibles en el mismo, por ejemplo, como mediadores de conflictos entre sus padres. Ser conscientes de que esta nueva etapa vital sin los hijos en el hogar puede posibilitar una nueva intimidad entre los miembros de la pareja. Puede resultar satisfactorio percibir el lado positivo de la nueva situación en la que se hallan, como mayor libertad y tiempo para cultivar la relación de pareja. Disfrutar del tiempo libre, realizando nuevas actividades y desarrollando aficiones o hobbies. Es un momento vital adecuado para retomar temas que habían quedado relegados por la crianza de los hijos, como, por ejemplo, viajar o dedicar más tiempo a la vida social. Buscar la ayuda profesional de un psicólogo en caso de que el estado de tristeza, soledad o nostalgia persista y no se halle la forma de superarlo por sí mismos.