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¿Por qué tienes miedo de ser juzgado?

Sara Sánchez
Sara Sánchez
2025-07-26 17:37:51
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Tener miedo de hacer cosas comunes delante de otras personas es un problema para mí, puedo tener miedo de firmar un cheque delante del cajero de una tienda, o puedo tener miedo de comer o beber delante de otras personas, o de usar un baño público, o de hablar en público. Me preocupaba que me miraran o me juzgaran, y me preocupaba quedar como un tonto. Tener mucho miedo de que otras personas los juzguen es algo que me pasa. Me siento tímido y avergonzado delante de otras personas. Sentir mucha ansiedad al estar rodeados de otras personas y tener dificultad para hablar con ellas a pesar de querer hacerlo es algo que experimento. Cuando pensaba en las reuniones, el corazón me latía fuertemente y comenzaba a sudar. Esas sensaciones empeoraban a medida que se acercaba el evento.
Naia Izquierdo
Naia Izquierdo
2025-07-13 19:53:05
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El miedo al juicio de los demás es algo completamente normal y adaptativo, ya que vivimos en grupo y ser aceptado por este, ha estado muy vinculado a la supervivencia. Necesitamos de los demás para sobrevivir y eso implica poder vincularnos y ser aceptados. Las personas necesitamos sentir que hay un otro para el que existimos y somos importantes, y viceversa. Nos construimos en relación y aprendemos a mirarnos a nosotros mismos como nos han mirado desde fuera. Creo que no me aventuraría a decir que haya rasgos en común, ya que este miedo es algo bastante común, pero sí que se puede acentuar más en algunas personas debido a la existencia de experiencias traumáticas que involucren a los demás, es decir, momentos en los que el rechazo externo ha sido muy elevado o desmedido, llegando a producir una herida emocional. Estas experiencias traumáticas pueden ir generando una herida de vergüenza o rechazo. Así, pueden haber hecho sentir a la persona que no es suficiente tal y como es. El rechazo puede haber sido dirigido hacia las acciones, opiniones o necesidades de la persona. El motivo es que la herida de rechazo genera una sensación constante no ser merecedor de amor y de la aceptación de los demás. Poniéndose en juego en diferentes ámbitos de la vida en forma de baja tolerancia a la crítica, evitación de momentos en los que se pueda sentir vulnerabilidad, búsqueda del reconocimiento y aprobación de los demás, y sensación de no suficiencia. Si sentimos que está afectando de manera incapacitante a más áreas de nuestra vida de las que nos gustaría, podría ser un buen momento para poner en marcha alguna de las siguientes sugerencias: Aprender a diferenciar entre críticas destructivas y constructivas, intentando recibir estas últimas desde la aceptación. Trabajar en el diálogo interno. Intentar fomentar la autocompasión. Comenzar a comprender, trabajar e integrar, las inseguridades propias. Trabajar el autoconocimiento, respeto y amor propio. Intentar diferenciar entre lo que nos hace valiosos por ser y no solo por hacer. Una vez comenzada esta tarea, la dificultad dependerá del grado de experiencias traumáticas que se hayan experimentado y la gravedad de estas. A lo que habría que añadir la implicación y responsabilidad de uno mismo y el trabajo interior, acompañado del esfuerzo que se pueda poner a la hora de mejorar el malestar.