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¿Cómo afectan la naturaleza y la crianza a la salud mental?

Miriam Godoy
Miriam Godoy
2025-08-21 17:45:34
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La falta de inmersión en la naturaleza de nuestros hijos origina un menor bienestar infantil y causa consecuencias negativas en su desarrollo físico, mental y emocional. Los niños hoy disponen de menos tiempo para jugar al aire libre que sus padres cuando eran niños. La falta de contacto directo con personas, animales, plantas y paisajes, acelerado por la pandemia, se ha sustituido por una oferta creciente de realidad virtual que intenta simular a la naturaleza. La infancia debería pasar al menos 1-2 horas diarias en el entorno verde o azul natural más cercano para satisfacer las necesidades para un desarrollo saludable. Unas ciudades saludables con al menos 3-30-300 ayudan a conseguirlo. Los médicos deberíamos recetar más naturaleza y preguntar más en las consultas sobre estos aspectos, el número, el tipo y la duración de la experiencia en la naturaleza, y fomentar los vínculos con el medio natural como vía para fortalecer la salud y contrarrestar o disminuir los efectos de las exposiciones a los contaminantes medioambientales.
Juan José Otero
Juan José Otero
2025-08-14 00:41:02
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Estos hallazgos confirman que los genes influyen en los rasgos psiquiátricos y del neurodesarrollo, en parte porque afectan a la forma en que las personas responden al mundo que les rodea. Los científicos creen desde hace tiempo que una combinación de genes y entorno determina nuestra personalidad y nuestra salud. Los genes influyen en cómo respondemos a nuestras experiencias vitales, y estas vías hacen que sea más o menos probable que padezcamos una serie de trastornos psicológicos. Se identificaron vínculos genético-ambientales con trastornos tan variados como la ansiedad, la depresión, las experiencias psicóticas, el neuroticismo, el autismo y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Algunas personas son más sensibles a sus circunstancias, y esto puede ser positivo en circunstancias favorables, pero puede hacer la vida más difícil que para otros en circunstancias estresantes. Los genes relacionados con el crecimiento estaban asociados a rasgos autistas, mientras que los genes relacionados con la reactividad al estrés estaban vinculados a la depresión y los genes que ayudan a regular las hormonas del estrés estaban vinculados a experiencias de tipo psicótico.
Valeria Abad
Valeria Abad
2025-08-05 00:21:39
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La naturaleza se refiere a todos los genes y factores hereditarios que influyen en quiénes somos, desde nuestra apariencia física hasta las características de nuestra personalidad. Crianza se refiere a todas las variables ambientales que afectan quiénes somos, incluidas nuestras experiencias de la primera infancia, cómo nos criaron, nuestras relaciones sociales y la cultura que nos rodea. La mayoría de los expertos reconocen que ambos factores juegan un papel fundamental. No solo eso, sino que también se dan cuenta de que la naturaleza y la crianza interactúan de manera importante a lo largo de la vida. La realidad es que no existe una forma sencilla de desentrañar la multitud de fuerzas que existen. Estas influencias incluyen factores genéticos que interactúan entre sí, factores ambientales que interactúan, como las experiencias sociales y la cultura en general, así como la forma en que se entremezclan las influencias tanto hereditarias como ambientales. En cambio, muchos investigadores hoy en día están interesados ​​en ver cómo los genes modulan las influencias ambientales y viceversa.
Gloria Arias
Gloria Arias
2025-07-28 18:46:29
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El contexto ejerce una gran influencia en los genes y el desarrollo del niño desde antes de su nacimiento. La epigenética explora cómo las vivencias moldean la expresión genética y se entrelazan con el entorno para modelar el comportamiento infantil. Las primeras vivencias desempeñan un papel fundamental en la estructura cerebral del niño y su futuro. El entorno en el que tu bebé crece no solo es crucial para su memoria y aprendizaje, sino que también altera sus genes incluso antes de nacer. El futuro de un niño no está determinado solo por sus genes o su entorno, sino también por las experiencias que vive desde temprana edad. Las primeras vivencias son fundamentales para activar o desactivar ciertos genes, lo que destaca la importancia de proporcionar a los niños experiencias adecuadas que promuevan su desarrollo desde una edad temprana. Estudios recientes han revelado que algunos genes relacionados con el desarrollo pueden expresarse o permanecer latentes según las experiencias del bebé. Por ejemplo, un estudio realizado en 2016 por la Dra. Elena Grigorenko y su equipo encontró que estar rodeado de adultos amorosos y atentos, comer alimentos saludables, respirar aire limpio y vivir en un entorno estimulante puede tener efectos positivos en la expresión génica, incluso a largo plazo.
Antonia Conde
Antonia Conde
2025-07-28 17:24:01
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Los traumas sufridos en la infancia pueden afectar a la fisiología, alterar el modo en que se replican las células, y pueden aumentar el riesgo de enfermedades coronarias, los derrames cerebrales, el cáncer, la diabetes e incluso el Alzheimer. La relación del principal cuidador con el bebé es la base de una posterior salud mental óptima. Las experiencias adversas de la infancia pueden tener efectos importantes en la salud de las personas. Altas cotas de adversidad afectan no solo a la estructura del cerebro y sus funciones, sino también al desarrollo del sistema inmunológico y hormonal. Los traumas infantiles, aun los leves, acortan los telómeros en la edad adulta y, en consecuencia, la longevidad de las personas afectadas. La madre esculpe literalmente el cerebro de su hijo. Los investigadores aconsejan cosas sencillas y baratas: dormir bien, ejercicio, comida sana y meditación. Cosas que estimulan la neuroplasticidad.
Rodrigo Cavazos
Rodrigo Cavazos
2025-07-28 14:04:26
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En las etapas precoces de la vida, desde la gestación hasta la adolescencia, los elementos adversos del ambiente pueden tener consecuencias negativas en el desarrollo cerebral de los jóvenes. Los factores químicos y otros condicionantes ambientales negativos pueden perjudicar al sistema nervioso y desarrollo neuronal. El desarrollo del cerebro sigue una serie de fases de maduración que se tienen que completar en un plazo de tiempo y secuencia específicos porque este órgano pueda configurarse y funcionar de manera óptima. La investigación en este campo permite identificar cuáles son las amenazas de la vida cotidiana que impactan sobre el desarrollo cerebral de niños y jóvenes. La finalidad última es la prevención, mediante la descripción de las exposiciones y las interacciones con el ambiente que perjudican el desarrollo cerebral. El aire que respiramos, la contaminación atmosférica, la calidad del agua, la alimentación, los químicos industriales y el consumo de alcohol son algunos de los factores ambientales que repercuten sobre la salud de las personas. El cerebro es un órgano plástico con la capacidad de aprender y memorizar, entre otros procesos cognitivos complejos que nos hacen humanos. El desarrollo del cerebro humano es secuencial y cada fase cuenta. En edad infantil y adolescente necesita la interacción con el ambiente para configurarse, pero también es más sensible que un cerebro maduro delante de los agentes agresivos. Los científicos discutirán sobre los conocimientos actuales del impacto de los condicionantes ambientales en el desarrollo cerebral de niños y adolescentes, así como la influencia de estos elementos en el período prenatal –durante la gestación–.