¿Cuáles son 5 consejos para mejorar la memoria?

Usa dispositivos mnemotécnicos. Los dispositivos mnemotécnicos son ayudas para la memoria que ayudan a recordar información más fácilmente. Pueden ser particularmente útiles para recordar vocabulario y reglas gramaticales. Acrónimos y acrósticos: Crea acrónimos o acrósticos para recordar listas de palabras. Rimas y canciones: Convierte palabras o frases difíciles de recordar en una canción o rima. La música y el ritmo hacen que la información sea más memorable. Visualización: Asocia palabras nuevas con imágenes vívidas. Cuanto más extraña y colorida sea la imagen, mejor se te quedará grabada en la memoria. Sumérgete en el idioma. La inmersión es una de las formas más efectivas de aprender y retener un nuevo idioma. Rodéate de inglés de tantas maneras como sea posible. Viajar y vivir en el extranjero: Si es posible, pasa tiempo en un país de habla inglesa. Las interacciones diarias y las experiencias de la vida real te obligarán a usar y recordar el idioma. Aplicar técnicas de aprendizaje activo. El aprendizaje activo implica más compromiso que la lectura o la escucha pasivas. Requiere que participes activamente en el proceso de aprendizaje, lo que mejora significativamente la retención. Practica la repetición espaciada. La repetición espaciada es una técnica de aprendizaje que consiste en revisar la información a intervalos crecientes a lo largo del tiempo. Este método aprovecha el efecto de espaciamiento psicológico para mejorar la retención a largo plazo. Comprométete con el idioma a diario. La constancia es clave para el aprendizaje de idiomas. Interactuar con el inglés todos los días ayuda a reforzar lo que has aprendido y mantiene el idioma fresco en tu mente. Estas son algunas formas de incorporar el inglés a tu rutina diaria: Leer: Sumérgete en libros, artículos y blogs en inglés sobre temas que te gusten. Esto no solo aumenta el vocabulario, sino que también te ayuda a comprender el contexto y el uso. Mira y escucha: Las películas, los programas de televisión, los podcasts y la música en inglés son excelentes herramientas. Intenta elegir contenido con subtítulos inicialmente y pasa gradualmente a sin ellos. Hablar y escribir: Practica hablar con hablantes nativos o con otros estudiantes. Escribir a diario, ya sea una entrada en el diario, una publicación en las redes sociales o correos electrónicos, ayuda a solidificar tu aprendizaje.

De acuerdo a la publicación, estudiar es una excelente manera de mantener la memoria fuerte al hacer que una persona adquiera el hábito de ser mentalmente activa. Ya sea con un trabajo que mantiene a las personas activas, a través del aprendizaje de una nueva habilidad o de la dedicación a un pasatiempo, las personas pueden conseguir este objetivo: leer, jugar al ajedrez o armar un rompecabezas pueden hacer mucho por tu memoria. Una buena manera de comenzar a hacerlo, recomienda, consiste en adivinar los ingredientes mientras huele y prueba un nuevo plato. La publicación de Harvard también sugiere aprovechar el uso de calendarios, planificadores o agendas para mantener al alcance de la mano información de rutina. Cuando quieras recordar algo que acabas de escuchar, leer o pensar, repítelo en voz alta o escríbelo. Espaciar los períodos de estudio es particularmente valioso cuando intentas dominar información complicada. Los recursos mnemotécnicos son una manera creativa de recordar listas. Elimina el desorden de la oficina o el hogar para minimizar las distracciones y, así, poder concentrarte en la nueva información que deseas recordar. Designar un espacio para objetos de uso cotidiano como llaves o bolsos también puede contribuir a concentrarse en aprender y recordar cosas nuevas.

Llevar una vida activa, tanto física como cognitivamente. Realizar entre 3 y 5 horas de ejercicio físico a la semana. Tener una rutina. Reducir el estrés: realizar actividades que favorezcan los estados de relajación, como la meditación, los paseos contemplando la naturaleza o quedar con amigos, así como buscar algún hobbie para su tiempo libre que le mantenga activo. Ser proactivos si nuestra memoria comienza a fallar: escribir a mano, asociar fotos o recortes con experiencias vividas, y vincular nuevas vivencias con situaciones pasadas son estrategias útiles para fortalecer la memoria.

El cansancio y el sueño son enemigos de un cerebro despierto, por lo que es fundamental dormir lo suficiente para tener nuestras capacidades al máximo. Una buena alimentación aportará los nutrientes que tu cerebro necesita para funcionar: minerales, vitaminas y omega-3 son esenciales para un buen rendimiento. Hidrátate: bebe agua suficiente a lo largo de todo el día. Haz ejercicio y mantén un estilo de vida activo, la máxima ‘mens sana in corpore sano’ quiere poner en relieve la relación necesaria de tu salud mental con la física. Entrena tu cerebro, los pasatiempos activan tus capacidades cognitivas: sudokus, sopas de letras, autodefinidos, palabras cruzadas, crucigramas, las 7 diferencias…